El peor recuerdo

Los mismos pasillos, el mismo olor. Aunque en unas circunstancias menos dramáticas, a Dani Pedrosa le vendrá hoy a la mente el peor recuerdo de su vida: su ingreso en el Alfred Hospital, de Melbourne, el 17 de octubre de 2003. Allí llegó en helicóptero momentos después de haberse fracturado los dos tobillos en un accidente al perder el control de su Honda, entonces de 125cc, al salir de una curva en el circuito australiano de Phillip Island. Allí deberá volver Pedrosa el próximo domingo para subirse a su moto, también una Honda, pero ya de MotoGP. "Ése fue el peor momento de mi carrera", certifica el español siempre que se le pregunta por las dificultades que ha atravesado hasta llegar a su actual estatus.

En este hospital de Melbourne fue intervenido el moticiclista, durante más de cuatro horas, para arreglarle el desaguisado óseo que sufría en ambas piernas, con fractura de los dos maleolos y el astrágalo, esta última de notable riesgo debido a la premura con la que se tuvo que actuar para evitar problemas de riego sanguíneo. Todo salió a pedir de boca y cuatro meses después volvía a ganar una carrera en su primera incursión en la cilindrada de dos y medio.

Procedente directamente de Kuala Lumpur, Pedrosa, de 20 años, se tratará hoy en ese mismo hospital del profundo corte en su pierna derecha y la fractura que arrastra en el pie izquierdo. No tiene mucho margen para recuperarse. Dos días, máximo tres, en los que tratará de optimizar su puesta a punto física, muy mermada aún por la extrema fatiga a la que sometió su cuerpo en Sepang (Malaisia), donde amarró el podio. El jueves a mediodía, a más tardar, debe estar en Phillip Island, donde el viernes volverá a su montura.

"Sin mayores problemas"

"Dani no ha de tener mayores problemas con vistas a correr este domingo", afirma Claudio Macchiagodena, director medico de los Campeonatos del Mundo. "Debe hacerse las curas en la herida y, con ayuda de la fisioterapia, comenzar a flexionar la rodilla y a recuperar el pie fracturado", propone el galeno, quien le infiltró el domingo, justo antes de salir a la pista, tras su percance del sábado.

Llega la cita australiana y al piloto de Castellar del Vallés le invaden sensaciones contradictorias. Si bien el circuito no es santo de su devoción -la temperatura es baja y a menudo sopla un fuerte viento que menea mucho la moto- y allí ha sufrido dos importantes accidentes, en entrenamientos (2003 y 2004), también en Phillip Island se ha proclamado campeón en otras tantas ocasiones (2004 y 2005).

Visto lo visto en Sepang, el de Honda parece no estar por la labor de perecer a las primeras de cambio en su intento por acaparar todo el protagonismo en su primer año en MotoGP, por encima incluso del italiano Valentino Rossi, quien arde en deseos de que arranque la carrera de este fin de semana porque el circuito aussie es, de todos, el preferido de Il Dottore.