Quique vuelve a sentirse fuerte
"Apuntamos maneras para llegar a la final", dice el técnico del Valencia, que visita Atenas
"Que no quepa duda: el partido ante el Atlético lo jugamos como queríamos jugarlo", afirmó ayer el entrenador del Valencia, Quique Flores, nada más aterrizar en Atenas, para explicar que el triunfo del sábado en el Calderón (0-1) había estado planificado. Es decir, que el balón tuvieran que sacarlo jugando los rojiblancos Perea o Pablo no fue casual, sino una estrategia de Quique, que vuelve a sentirse fuerte después de un verano tormentoso y un inicio con dos victorias ligueras y la clasificación para la Liga de Campeones. Todo eso le ha permitido ganarse otra vez la confianza del presidente, Juan Soler, además de distender las relaciones con el director deportivo, Amedeo Carboni, al que se refiere como "Deo". Quique y Deo se palmearon la espalda antes de partir hacia la capital griega, donde precisamente se jugará la final del torneo y donde hoy el Valencia se enfrenta al Olympiacos de Rivaldo. El Valencia viajó sin Joaquín -suspendido por dos partidos con el Betis la pasada temporada en la Copa de la UEFA- ni Albelda, Baraja y Del Horno, lesionados.
Tras dos años de ausencia en la Champions, el Valencia experimenta el estreno en esta competición de su entrenador, que trata de abrirse un nombre en Europa como ya lo hiciera en su día su gran referente: Rafa Benítez. "Llegó el momento", dijo ayer Quique; "para eso vinimos aquí: para debutar en la Liga de Campeones. La ilusión es contagiosa. ¿Por qué no? Apuntamos buenas maneras para poder llegar a la final". El preparador madrileño ha tenido que recomponer su centro del campo con la grata noticia de un buen Marchena en funciones de medio centro defensivo. A su lado, el brasileño Edu trata de unir a una técnica indiscutible una mayor presencia en la elaboración del juego. "Estoy muy satisfecho con la pareja Edu-Marchena. Nos da muchas variantes", añadió Quique. En el ataque es el turno de Morientes, que descansó el sábado en el Calderón y que regresaría a su torneo predilecto: ha sido cuatro veces campeón de Europa, tres con el Madrid y la cuarta con el Liverpool, si bien en el club inglés no llegó a disputar ningún partido de esa edición.
Además de Rivaldo, el Olympiacos cuenta con el veterano portero de pelo plateado Nikopolidis, campeón de la Eurocopa en Portugal 2004. Y en el banquillo tiene a Trond Sollied, de 47 años, uno de los técnicos más prestigiosos de Noruega, donde entrenó al Rosenborg antes de marcharse a Bélgica para hacerse cargo del Brujas. En 2005 fichó por el Olympiacos y ganó la Liga y la Copa griega ese mismo curso. Se trata de un conjunto muy veterano, con una media superior a los 30 años, y hay varios futbolistas, como Babangida, que conocen bien la Liga española. El joven uruguayo-mexicano Castillo está en vena y se ha convertido en la gran referencia ofensiva del cuadro heleno. El Valencia nunca ha ganado en Grecia.
Olympiacos: Nikopolidis; Zewlakow, Ouaddou, Anatolakis, Domi; Kafes, Stoltidis; Castillo, Rivaldo, Djordjevic; y Konstantinu.
Valencia: Cañizares; Miguel, Albiol, Ayala, Moretti; Angulo, Marchena, Edu, Vicente; Villa y Morientes.
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