_
_
_
_

Los incendios intencionados bajaron en Andalucía en un 10% este verano

La Junta advierte que en septiembre persiste el riesgo elevado

Galicia está negra, pero Andalucía ha vivido, al menos hasta la fecha, el verano más tranquilo en materia de incendios forestales desde hace años. La primera causa que explica esto son, según el director general de Gestión del Medio Natural, José Guirado, las condiciones climatológicas. "Siempre son determinantes, incluso en febrero puede ser un incendio complicado si se da la regla de los 30", expone.

La regla que tanto teme Guirado establece que si la fuerza del viento supera los 30 kilómetros por hora, la temperatura rebasa los 30º y la humedad del aire es mayor del 30%, los incendios se pueden convertir en extremadamente peligrosos y virulentos, como ocurrió en Riotinto en el verano de 2004. Atendiendo a estos factores, la situación resultó complicada en mayo, cuando se registró una ola de calor en Sevilla y Córdoba, y en julio debido a una tormenta seca con más de 1.200 descargas que causaron 60 incendios, aunque sólo dos superaron el centenar de hectáreas. Agosto, a pesar de las altas temperaturas, discurrió sin vientos intensos. La única excepción fue el incendio del pasado 21 de agosto en Jódar (Jaén), donde ardieron 446 hectáreas, de pastizal en su mayor parte (el fuego más importante en Andalucía), y que se vio favorecido por la intensa racha de viento que propagó las inmensas plantaciones de esparto. La investigación posterior concluyó que la causa del fuego había sido un vertedero mal apagado. En septiembre, el pasado fin de semana se quemaron 220 hectáreas en la región en los incendios de Cortegana (Huelva) y Tarifa (Cádiz), a los que se suman otros 35 conatos repartidos por toda la comunidad autónoma.

Pero hay un segundo hecho llamativo: los incendios intencionados han disminuido en más de diez puntos porcentuales en relación con el año anterior. La mano humana sigue estando detrás de la mayoría de los siniestros por negligencia, accidente o intención, pero la tendencia que experimentan los fuegos causados con dolo es a la baja. En los primeros siete meses del año, la intencionalidad estuvo detrás del 20,5% de los incendios, un porcentaje bastante alejado del 32,9% del año 2005. Son las negligencias, según datos del Plan Infoca, las responsables de la mayoría de los siniestros ocurridos entre enero y julio (39,5%). Aunque hay también un 32,7% cuyas causas no han sido determinadas.

José Guirado asegura que, tras el incendio de 2004 en Riotinto, han puesto en marcha medidas de prevención social con colectivos relacionados con el campo "para convertir a cada uno en un vigilante y no en un causante". El Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA), además, prepara un estudio sobre las causas reales de los fuegos intencionados y negligentes que incluyen el riesgo social. "Nos permitirá trabajar en la prevención de aspectos sociales que puedan estar detrás", señala Guirado. En otro de los incendios importantes del pasado año en Andalucía, el que arrasó 5.900 hectáreas en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) por una tormenta seca en el mes de agosto, la Junta ha anunciado una inversión de 20 millones de euros para restaurar la zona.

Entre el 1 de enero y el pasado 15 de agosto, los agentes adscritos a la Junta del Cuerpo Nacional de Policía han puesto a disposición judicial a 80 personas por su relación con el origen de algún incendio forestal, la mayoría a partir del 1 de julio (53 personas), según datos facilitados por la Consejería de Gobernación. La Guardia Civil no facilitó los datos sobre detenidos.

Desde los sindicatos se valora el descenso en el número de siniestros, pero se advierte de que no hay que bajar la guardia. "La época peor no ha pasado, si no llueve hay un gran peligro potencial en el mes de septiembre y algo menos en octubre porque el pasto está muy seco y siempre es probable que haya más viento", advierte David Ríos, representante de CC OO en el Cedefo de Cazorla, el más grande de la provincia de Jaén, con casi un tercio de los más de 900 trabajadores del Infoca en esta provincia. Además de las favorables condiciones climáticas, Ríos achaca el descenso en el número de fuegos al "buen funcionamiento" del dispositivo del Plan Infoca, y destaca especialmente "la profesionalidad" de los trabajadores. "Claro que ha habido fuegos, lo que ocurre es que casi todos han quedado en conatos porque el tiempo de respuesta es cada vez mayor", asegura.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Brigadas de investigación

Para llegar a determinar la causa de los incendios y su autoría resulta fundamental el trabajo de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), compuestas por 10 agentes de Medio Ambiente y un coordinador en cada provincia. "Nuestro trabajo es intentar llegar al fuego lo antes posible para que los medios de extinción no nos borren las pruebas materiales", asegura José Luis Castillo, coordinador del BIIF en Jaén.

Las pruebas recogidas pasan al Centro Operativo Provincial y, posteriormente, a la Policía Autonómica, que es la encargada de imputar a los posibles autores. Castillo admite que en los últimos tiempos se aprecia una mayor concienciación ciudadana. "La gente ya va al campo con la comida hecha y no enciende barbacoas", indica, para pedir a continuación una mayor prevención a los agricultores en la quema de residuos.

También la asociación agraria Asaja ha alertado de que aún nos encontramos en época de riesgo elevado, y ha pedido que se cumpla con la normativa vigente, que prohíbe la quema de rastrojos y residuos hasta el 15 de octubre.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_