Orden en la cúpula directiva
Poner orden en la dirección de Seat es la otra gran tarea que el grupo de marcas Audi ha encargado a Erich Schmitt. Por un lado, la compañía española se ha visto salpicada por el escándalo de sobornos a fabricantes de automóviles europeos por parte de varios proveedores.
Un directivo de Seat, junto a 18 personas más de la francesa Faurecia, Audi, Volkswagen y BMW, está en prisión preventiva en Alemania desde principios de agosto, sospechoso de haber recibido de Faurecia 160.000 euros cuando era jefe de compras de Seat. Ni la fiscalía ni Seat quieren revelar la identidad del detenido. Es alemán y tiene 46 años.
Por otro lado, Schmitt tendrá que apaciguar el clima de rivalidad, celos y envidias que, según fuentes cercanas a Seat, impera en la cúpula directiva y que en enero supuso el relevo del vicepresidente comercial del grupo automovilístico, Harald Schomburg, por Giuseppe Tartaglione. El italiano figuraba en las quinielas para presidir Seat tras la marcha de Andreas Schleef. Hay cuatro vicepresidentes más: Frank Bekemeier (I+D), Jan-Henrik Lafrentz (finanzas), Ramón Paredes (recursos humanos) y Wolfram Thomas (producción).
