Montilla escoge Montserrat para su primer acto como candidato a la Generalitat
El ex ministro destaca la valentía de ERC al apostar hace tres años por el tripartito
"La Iglesia católica es mayoritaria en nuestro país y nos aporta valores esenciales como la justicia social y la solidaridad". José Montilla eligió el monasterio de Montserrat para hacer su primera aparición pública ya como candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, después de traspasar la cartera del Ministerio de Industria al ex alcalde de Barcelona Joan Clos, ayer mismo a primera hora de la mañana. Montilla reconoció la "valentía" de Esquerra Republicana de apostar por el tripartito hace tres años, aunque admitió los desencuentros actuales.
El candidato socialista se acercó al medio eclesiástico desde el laicismo institucional y lo hizo eligiendo el sector menos conservador de la Iglesia, representado por el abad de Montserrat. En una ocasión anterior ya se entrevistó con el abad de Poblet. En cambio, con los arzobispos de Barcelona y Tarragona aún no ha tenido ningún contacto.
Montilla afirmó, tras una entrevista de una hora con el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, que los socialistas defienden "la separación de Iglesia y Estado, la aconfesionalidad de las instituciones y el laicismo en nuestro país", pero estos principios no han de impedir acercamientos como el de ayer. Argumentó que el futuro Gobierno de la Generalitat "no puede ser indiferente hacia el hecho religioso" y en el caso del catolicismo hay que tener en cuenta que aún es el que tiene más seguidores y mayor relevancia social en Cataluña . "Se debe tener en cuenta el papel de la Iglesia desde la Generalitat y yo así lo haré", remachó.
Del contenido concreto del encuentro poco trascendió ayer. El candidato socialista se mostró cauto. Sólo reveló que también abordaron un tema de interés global y actual como la inmigración y la función integradora que puede desarrollar la institución religiosa. "Hemos hablado del papel de la Iglesia en el momento actual, de su relación con los poderes públicos.
En su conjunto ha sido una conversación muy interesante", se limitó a comentar, a la vez que ponderó el importante papel simbólico de Montserrat en el ámbito espiritual y cultural.
Pocas horas después de dejar de ser ministro de Industria, Montilla comprobó que su popularidad en el Gobierno central ha traspasado los límites del territorio catalana al saludar a un grupo de aragoneses que se encontraban en Montserrat y que se acercaron a él.
El ex ministro de Industria tuvo problemas en la salida del aeropuerto de Madrid, donde se vio en el brete de esperar casi una hora y media para volar hacia Barcelona, lo que le obligó a recortar su visita a Montserrat. Tras la entrevista con el abad, Montilla se refirió a su sucesor en el Ministerio de Industria, el ex alcalde de Barcelona Joan Clos, como continuador de su proyecto para "modernizar la economía, mejorar la productividad de las empresas y hacer que sean más competitivas". Y resaltó los dos grandes retos actuales del ministerio: la renovación del sector energético y el de las telecomunicaciones.
En alusión a la insistencia de su rival convergente, Artur Mas, sobre la renovación del pacto tripartito entre PSC, ERC e ICV y a las críticas convergentes a las complicadas relaciones entre socialistes y republicanos, el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat rebatió que tales críticas responden a la voluntad de Mas de crear otro tripartito, pero entre Convergència Democràtica, Unió Democràtica (partidos coaligados en CiU) y el Partido Popular.
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