Un accidente vuelve a colapsar la AP-7 en Tarragona con colas de 20 kilómetros

La autopista AP-7 dejó ayer de ser una vía rápida entre las seis y media y las diez de la mañana de ayer, cuando el accidente de un camión, que volcó y quedó atravesado ocupando los dos carriles en sentido sur, en la zona de El Mèdol, obligó a cortar la carretera. Las colas, como cada vez que ocurre un incidente en esta vía, fueron kilométricas y alcanzaron los 20 kilómetros según el Servicio Catalán de Tráfico (SCT). Los Mossos desviaron el tráfico por la única vía gratuita alternativa, la N-340, que, a su vez, sufrió colapsos de hasta también 20 kilómetros durante una jornada en la que se volvió a poner de manifiesto el déficit de infraestructuras en Tarragona.

El pasado mes de julio, la Cámara de Comercio de Tarragona cifró en más de un millón de euros las pérdidas que produjo un corte similar de la AP-7, también por el accidente de un camión que volcó. En esa ocasión la vía estuvo bloqueada durante cuatro horas, mientras que ayer el incidente solamente afectó a los dos únicos carriles en sentido sur de la AP-7 en ese tramo.

Las colas en la AP-7 son habituales, y no es raro que entre los peajes de Martorell y L'Hospitalet de l'Infant se vayan acumulando retenciones de más de 40 kilómetros. A principios de año, el Ministerio de Fomento y la concesionaria Acesa sellaron un acuerdo para construir un carril más en cada sentido de la vía en unas obras que supondrán también la eliminación de los peajes en el eje de la vía. Los peajes se pagarán igual, pero en las salidas. Al margen de estas obras, el Congreso de los Diputados aprobó en octubre de 2004 una proposición no de ley que insta al Ejecutivo central a negociar con la concesionaria el levantamiento de las barreras de la AP-7 cuando haya situaciones excepcionales. Pero tiene que reclamarlo el Gobierno y asumir el coste.