De fiesta con Nowitzki

Los nuevos campeones del mundo de baloncesto juegan a la pocha, cantan a coro una canción sarcástica del artista suramericano Ricky López y confraternizan con algunos jugadores de la selección alemana, como Dirk Nowitzki y Femerling que no se cortaron ni un pelo y se añadieron a la fiesta que se celebró en el hotel Urawa Royal Pines de Saitama donde estuvieron alojados durante la celebración del Mundial de Japón. Los jugadores españoles se lo pasaron en grande y encontraron tiempo para todo y para todos. Firmaron autógrafos, atendieron a la prensa, se hicieron mil y una fotografías con quienes se lo pidieron y alguno tocó una guitarra española que apareció por allí.

A la fiesta asistieron los numerosos familiares y amigos de los jugadores que han seguido el torneo. También estuvieron en la fiesta muchos aficionados, como aquellos que se dejaban ver en el Super Arena de Saitama con una bandera española en la que se leía la inscripción "El drink team con la selección" o un equipo al completo de baloncesto, Los Espetos de Majadahonda, entre otros muchos.

Berni se quedó con el balón de la final y Rudy y Marc Gasol, con las redes de las canastas

Los jugadores se lo pasaron en grande. La entrada de cada uno de ellos en la sala donde se celebró la fiesta fue acompañada por una salva de aplausos. Especial fue la de Pau Gasol, en una silla de ruedas que empujaba su amigo y compañero de habitación Juan Carlos Navarro.

Entre los familiares de los jugadores que han seguido en Saitama el Mundial estaban los padres de Felipe Reyes, Cabezas, Calderón y los hermanos Gasol. El padre de Pau y Marc, Agustí, requerido para ello, accedió a subir a un estrado para agradecer a los jugadores el histórico título alcanzado. Las esposas de Navarro y Calderón, entre otras, también estuvieron en la ciudad japonesa, muy cercana a Tokio.

Después de dar cuenta del buffet, los jugadores pudieron ver las imágenes de la final a través de las grandes pantallas instaladas en la sala. Berni Rodríguez se quedó con el balón con el que se disputó la final y Rudy Fernández y Marc Gasol, con las redes de las canastas, que cortaron subidos a hombros de sus compañeros.

Asistió a la fiesta la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Mercedes Cabrera, que viajó a Saitama para presenciar la final. "Hay que felicitar al equipo porque ha estado enorme y emocionante, se lo han trabajado mucho y han recogido un premio merecido", dijo. Las palabras de elogio hacia la actuación del equipo español fueron unánimes. El secretario de Estado par el Deporte, Jaime Lissavetzky, que también asistió a la final, indicó: "Hay que hacer una auténtica alabanza del entrenador y de todo el equipo. La selección ha sido la mejor por el juego que ha desplegado".

La fiesta fue subiendo de tono y los hermanos Gasol tomaron el micro para entonar varias de las canciones más populares entre los jugadores. Poco después, varios jugadores subieron a la planta 14 del hotel, donde se divirtieron junto a Nowitzki, Femerling y otros jugadores. También se pasó por la fiesta el seleccionador de Turquía, el bosnio Bogdan Tanjevic.

Los jugadores esperan continuar hoy la fiesta cuando lleguen a Madrid, alrededor de las once de la noche. No habrá recibimiento en el aeropuerto puesto que los expedicionarios serán traslados en autocares a la Plaza de Castilla, donde se celebrará una fiesta para celebrar el título. El Rey don Juan Carlos, que ayer transmitió en nombre de la Familia Real su felicitación por el título al presidente de la federación, José Luis Sáez, tiene previsto recibir en audiencia a los nuevos campeones mundiales mañana en el Palacio de la Zarzuela.