Geometrías actuales para el descanso

Que cadenas hoteleras de probada solvencia como AC inviertan en establecimientos con estilo fuera de las grandes ciudades es una buena noticia para los que están obligados a pernoctar donde lo pide el negocio. En Alcoi, junto al puente de Sant Roc, la elección para ello ha sido un edificio modernista subsidiario de la antigua compañía Hidroeléctrica Española, levantado en 1911 y cosido a un edificio residencial de la misma época y otra pieza contemporánea de hormigón blanco. La recepción, los salones, el gimnasio, el restaurante y algunas habitaciones ocupan el cuerpo de sillería, mientras el resto de las instalaciones se reparten en los anexos.

El personal de servicio es amable, aunque tal vez poco entrenado. Los trámites de registro incordian por su lentitud y meticulosidad en la introducción de los datos en el ordenador. No se entiende por qué la cadena no tiene todavía centralizados en este hotel alcoyano los datos de sus clientes repetidores y les ahorra así unas innecesarias dilaciones, pasatiempos administrativos.

El interiorismo repite el modelo habitual en la cadena: ambientación floral, minimalismo japonés, simetrías cartesianas, contrastes de texturas y colores. Todo bajo la supervisión del arquitecto oficial de la casa, el catalán Josep Juanpere. La fórmula es actual, ahorra costes y logra su impacto como signo de modernidad, pero puede hacerse aburrida si el viajero es asiduo de otros hoteles AC. En especial, los de la gama Selection, los de mayor encanto.

En los dormitorios, el ambiente se caracteriza por los tonos neutros, con tres almohadas sobre la cama. El cuarto de baño, en forma de L, está separado de la alcoba por una cristalera translúcida que sustituye el tabique convencional. La ducha destaca por su buen tamaño y ocupa el lugar donde quizá otro establecimiento situaría la bañera familiar. El lavabo, todo de cristal, destaca también por su apariencia brutalista, que deja a la vista las cañerías y el desagüe, con cierto parecido a un regulador de buceo.

Desayuno

Si la insonorización exterior del edificio está muy conseguida (no penetra ningún ruido de la calle), lo contrario ocurre en su difusión interior, pues desde las alcobas se perciben conversaciones y el cierre de las puertas. Y si el desayuno acredita una correcta logística en la presentación de los alimentos, sería fácil evitar que la música sonara tan alta.

El hotel ofrece además detalles consuetudinarios en la cadena, como el del minibar gratuito en la habitación o un surtidor de hielo en cada planta. Atenciones de manual que hacen de AC una de las marcas más avanzadas del panorama hotelero europeo.