El Gobierno aprobará hoy la operación en Líbano sin fijar la cifra definitiva de soldados
El máximo de efectivos en el exterior se mantendrá en 3.000, un millar más de los que hay ahora
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy la participación española en la fuerza de paz de la ONU para Líbano, que debe ratificar el Congreso el próximo día 7. Sin embargo, según fuentes gubernamentales, el acuerdo no incluirá la cifra concreta de efectivos. Ello se debe a que, mientras los ministros estén reunidos en La Moncloa, se encontrarán en el Estado Mayor de la Defensa representantes de los países que integrarán la brigada multinacional bajo mando español (Polonia, Bélgica, Finlandia y Portugal). Hasta que no se fije la aportación de cada uno, no será posible cerrar la española.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha tomado una primera decisión: no superar el límite máximo de 3.000 militares en operaciones en el exterior fijado por el propio Gobierno, a pesar de que podría hacerlo en la misma reunión de hoy.
Actualmente España tiene desplegados 2005 militares (en Afganistán, los Balcanes, Congo y Lituania), por lo que el margen restante es de 995. Sin embargo, esta cifra podría ampliarse si se descuentan los 15 observadores militares y si se tiene en cuenta que a finales de noviembre deben regresar los 81 efectivos del Ejército del Aire que controlan el espacio aéreo de los países bálticos por cuenta de la OTAN y los 130 legionarios enviados a la República Democrática de Congo (RDC) bajo bandera de la UE. También está prevista una importante reducción en Bosnia-Herzegovina, donde hay 615 soldados, antes de que acabe el año.
El grueso de la aportación española a la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) consistirá en un batallón de Infantería Mecanizada de unos 800 legionarios. Sin embargo, España asumirá, con toda probabilidad, el mando de una de las brigadas multinacionales de dicha fuerza y, como tal, deberá aportar no sólo el cuartel general de la brigada, sino también aquellos elementos de apoyo que no pongan los demás países. Por eso es tan difícil, en este momento, fijar la cifra definitiva.
La reunión que hoy se celebra en la sede del Estado Mayor de la Defensa (Emad) en Madrid, supone, de hecho, el arranque de la llamada "conferencia de generación de fuerzas" de la brigada multinacional. En principio, Bélgica se ha comprometido a aportar 400 soldados, Polonia y Finlandia 250 cada una y Portugal, 140. Pero el problema no es sólo tener suficientes soldados, sino también capacidades para que la brigada pueda cumplir su misión.
Los números definitivos del contingente español estarán listos, según las fuentes consultadas, cuando el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, comparezca en el pleno del Congreso el próximo día 7. Para esa fecha contará también con los informes recabados por la comisión de reconocimiento, integrada por 24 militares, que llegó a Beirut el pasado miércoles y debe estar de vuelta en España el próximo fin de semana.
El PP criticó ayer el envío de esta comisión a Líbano antes de que la operación haya sido aprobada por el Congreso, aunque difícilmente podrán los diputados recibir información de primera mano sin datos recabados sobre el terreno. El ministro José Antonio Alonso se puso ayer en contacto con el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, para garantizarle que el Ejército español no ha iniciado su despliegue sin la luz verde del Parlamento.
Sí lo hará, sin embargo, inmediatamente después. El día 8 está previsto que zarpe de la base de Rota (Cádiz) la flotilla que transporta el primer contingente español, un batallón de Infantería de Marina con unos 450 efectivos. Su misión será preparar la llegada de la brigada de la Legión, que tomará el relevo en octubre, cuando se ponga en marcha la segunda parte de la operación y se constituya la brigada multinacional bajo mando español.
Zona de responsabilidad
Aunque aún no se ha determinado su zona de responsabilidad, todas las fuentes consultadas dan por hecho que ésta se situará al sureste, junto a los Altos del Golán y las Granjas de Chebaa, ocupadas por Israel, mientras que franceses e italianos se desplegarán en la zona costera.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha dejado claro que los cascos azules no tendrán como cometido el desarme de la milicia chií de Hezbolá, que corresponderá en todo caso a las autoridades libanesas.
Sin embargo, la resolución 1701 sí establece que la FINUL deberá impedir por todos los medios a su alcance que se produzcan actos hostiles dentro de la franja de 30 kilómetros entre la línea azul (frontera entre Líbano e Israel) y el río Litani.
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