"La innovación recupera el tiempo perdido"

Antoni Flores (Girona, 1962) es socio fundador y presidente de NODE, nacida en 1989 con el nombre de CDN y con la idea de hacer del diseño un servicio a la industria. En 2002, y junto con un socio de capital riesgo, se convirtió en NODE, una compañía experta en consultoría estratégica de productos y servicios que ayuda a descubrir nuevas oportunidades de negocio.

Pregunta. ¿Cómo un experto en diseño de autor se convierte en experto en innovación?

Respuesta. Tras escuchar atentamente a nuestros clientes, nos convencimos de que el diseño es un punto de partida más que de llegada, y nos adentramos en el mundo industrial, que es lo que nos gusta, en el momento en que se inició la digitalización de las empresas. Nos convertimos en el primer eslabón de una cadena que empezaba a trabajar con medios digitales. Fuimos los primeros en Europa que, sin dedicarnos a la automoción, compramos una estación digital de diseño infográfico. Y pasamos a crear software a medida para fabricar un producto y a preocuparnos por el portafolio de clientes de nuestros clientes.

P. ¿Y después?

R. Nuestros clientes estaban afectados por las crisis industriales del momento y nos solicitaron ayuda. Estas crisis estaban causadas no por la escasez de ventas, sino por la falta de atributos que diferenciasen a unas empresas de otras, porque la imagen de marca ya no tenía tanta fuerza y porque la globalización preocupaba y no se sabía gestionar. En lugar de explotar el diseño digital desde la idea hasta el proceso de producción, abarcamos desde el diseño hasta la estrategía. En 1997 iniciamos un desarrollo de metodologías propias en innovación, absorbimos un equipo francés especialista en la optimización de productos y entramos en una etapa estratégica.

P. Ustedes vienen trabajando en innovación desde hace años y, sin embargo, para muchos es un descubrimiento reciente, casi una moda.

R. El principal problema de la innovación es que se ha convertido en una herramienta mediática. Bajo este concepto parece que se encuentre la respuesta a todos los problemas industriales de la actualidad. De hecho, innovar es una actitud, es saber encontrar nuevos referentes en el mercado, nuevos espacios de competencia con pocos rivales. Su principal virtud es que democratiza el consumo. Los vuelos a bajo coste o Internet en casa son innovación.

P. ¿NODE es profeta en su tierra?

R. A la hora de contratar servicios profesionales, los empresarios catalanes son más conservadores que en otras comunidades españolas, como Murcia o Valencia, donde se es más consciente de la oportunidad. Además, todavía se sienten herederos de una estructura industrial más que de un mercado. Nos guste o no, los servicios están centralizados en Madrid y ahí es donde tenemos más clientes. En Cataluña cuesta más vender intangibles que en otras comunidades.

P. ¿Qué oportunidades debería tener en cuenta Cataluña?

R. Sus tangibles son fuertes y le permiten una vida cómoda; por ejemplo, el turismo y la construcción, por ser un país con muchas segundas residencias. Pero le falta cultura de la oportunidad y entender que ésta caduca, y también darse cuenta de que no siempre se tiene la adecuada tecnología para aprovecharla, ni los recursos humanos más convenientes, ni el mercado bien preparado. Cataluña tendría que comprender que la colaboración con socios estratégicos, financieros, de mercado o de conocimiento, de igual a igual y no de cliente a proveedor, es fundamental.

P. En el libro La alquimia de la innovación, en que Epi Amiguet recoge sus conversaciones con Alfons Cornella, se habla de teamdividualism como una de las claves de la innovación.

R. Teamdividualism quiere decir que el futuro lo marcan las individualidades colectivas. La pequeña y mediana empresa catalana es familiar y todavía está aprendiendo a desligar propiedad de productividad, poder de buena gestión, herencia natural de herencia de conocimiento. A pesar de ello, también existen algunas empresas catalanas que empiezan a aplicar este espíritu colectivo, de trabajo en red.

P. ¿Otra asignatura pendiente es la cultura del riesgo?

R. En Cataluña no existe esa cultura, como tampoco la de ensayo y error, lo que origina que se avance lentamente. Quizá por eso nos hemos quedado un poquito cojos en los negocios tecnológicos.

P. En todo esto, ¿qué papel debería ejercer la Administración?

R. De motor transversal. Para Cataluña, la innovación es un atajo, una manera de recuperar el tiempo perdido por las circunstancias históricas, y si no aprovecha las oportunidades de innovar ya no lo recuperará.