Las fiestas de Sants acaban con buen balance, aunque algunos incívicos orinan en la calle
"Se ha logrado convertir las fiestas en un lugar de encuentro", dice el presidente del distrito
La fiesta mayor de Sants se despidió en la madrugada del domingo con pequeños conciertos y el ambiente familiar que suele predominar en las celebraciones del barrio barcelonés. Tanto el Ayuntamiento como los organizadores del programa oficial y alternativo hicieron ayer un balance positivo de esta edición, que ha transcurrido sin altercados. Sin embargo, todavía hay aspectos, como la limpieza, que deben mejorar. A pesar de que el consistorio repartió papeleras e instaló urinarios por las calles, no todos los ciudadanos hacían uso de ellos.
A diferencia de las fiestas de Gràcia, las de Sants no atraen a tantos ciudadanos y transcurren en un ambiente familiar en torno a las calles engalanadas del barrio, que organizan actividades desde primera hora de la mañana hasta altas horas de la madrugada. Así, juegos infantiles, chocolatadas, sardinadas populares, habaneras y pequeños conciertos han marcado el programa de las 12 calles adornadas, que forman un animado circuito que da personalidad a las fiestas.
Después de los altercados que se produjeron el año pasado en las fiestas de Gràcia, en esta edición había mayor expectación por lo que pudiera suceder. Sin embargo, y como destacó el pasado sábado el presidente del Consejo del Distrito, Pere Alcober, "todo ha transcurrido con normalidad y el balance tras las celebraciones es muy positivo". "Se ha conseguido algo muy simple, pero que a veces resulta muy complicado: convertir las fiestas en un lugar de encuentro, y eso hay que agradecérselo a los vecinos, que durante meses han trabajado para que eso fuera posible".
Los conciertos nocturnos, tanto los incluidos en el programa oficial como los alternativos, cumplieron la ordenanza municipal y acabaron a las dos de la madrugada los días laborables y a las tres las vísperas de festivos. Salvo en contadas excepciones, no se han producido batucadas, los bailes a ritmo de tambor que prolongan la fiesta cuando cesa la música sobre el escenario. Los remisos a abandonar la juerga solían quedarse en las plazas de Osca y de Joan Peiró hasta las cuatro de la madrugada sin armar demasiado jaleo, mientras la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra patrullaban por los alrededores a la espera de que se consumiera la fiesta.
Una de las asignaturas pendientes es todavía el civismo de algunos. A pesar de que el Ayuntamiento distribuyó papeleras por el barrio, muchas calles quedaban sembradas de desperdicios al final de la fiesta y había quien prefería orinar en cualquier rincón a dirigirse a los urinarios instalados por el consistorio. Francesc Mañé, presidente de la Federación de Asociaciones y Comisiones de Calles de la Fiesta Mayor, rompió ayer una lanza en favor de los ciudadanos que, cada vez más, utilizan estos dispositivos. El barrio, en cualquier caso, amanecía limpio gracias a la labor de los servicios de limpieza. Iván Miró, de la Asamblea del Barrio de Sants que organiza "las fiestas alternativas, pero no marginales", también consideró positivas las celebraciones y señaló que para garantizar el futuro de las mismas es necesarios que los jóvenes se sumen a las labores de organización.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.