Le gusta dirigir
A partir del 1 de septiembre, Norbert Reithofer dispondrá de diez años para consolidar una de las marcas automovilísticas de más éxito en los últimos ejercicios, BMW. Tras el batacazo británico con Rover, las medidas adoptadas por el todavía presidente de la compañía bávara, Helmut Panke, la han colocado como una de las más rentables del mundo automovilístico. El mantenimiento y potenciación de Mini, el acceso a nuevos segmentos sin perder la idiosincrasia de la marca y el éxito de los nuevos modelos le han puesto las cosas fáciles en este relevo en el ecuador de un ejercicio en el que esperan obtener un beneficio récord de 4.000 millones de euros.
Si llega al final del mismo, Reithofer va a desempeñar uno de los mandatos más largos de los últimos tiempos al frente de la compañía. Panke se retira por cumplir los 60 años, y lleva al frente de la misma desde 2002, pero su antecesor, Joachim Milberg, apenas hizo de enlace con el anterior, Bern Pischetsrieder, actual presidente de Volkswagen, tras la caída en desgracia de éste ante la familia Quandt, los mayores propietarios de la firma, por sus ruinosas aventuras británicas.
Reithofer pertenece a una familia de la alta burguesía alemana, pero odia la ostentación y el lujo. Vive en un pueblo en los alrededores de Múnich, en una casa que pasa inadvertida para los visitantes. Tiene una hija y se reconoce un apasionado amante de la naturaleza, una faceta que ha podido desarrollar con gran intensidad durante los cinco años que pasó en Suráfrica, antes de trasladarse a Estados Unidos, por lo que muchos esperan una apuesta clara en las próximas decisiones por el desarrollo sostenible y la lucha contra la contaminación.
Responsable actual de producción, con este nombramiento se ha roto también la tradición de situar al frente de BMW a directivos provenientes del área financiera. Es un gran aficionado a la historia, a cuya lectura dedica mucho tiempo y de donde es posible que encuentre ahora situaciones donde inspirarse en los difíciles momentos que seguramente le esperan. Sin ir más lejos, tendrá que hacer frente a la trascendencia que puedan alcanzar las investigaciones abiertas por la fiscalía de Múnich contra algunos de sus directivos por sospecha de tráfico de influencias. Tampoco se han visto libres de las sospechas de sobornos por parte de un proveedor francés que el año pasado salpicaron a las principales marcas alemanas. Pero va a contar con el respaldo no sólo de toda una empresa en uno de sus mejores momentos, sino de los círculos económicos y financieros alemanes, que ya han mostrado su satisfacción con el relevo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.