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Reportaje:VUELTA 2006

Kafka sobre ruedas

La construcción de un segundo Astaná a la sombra del equipo de Saiz conoce sobresaltos

Carlos Arribas

Algunas de las consecuencias de la Operación Puerto son verdaderamente liosas, casi kafkianas. Un ejemplo:

En la Vuelta participa un equipo ciclista llamado Astaná, patrocinado por el Gobierno de Kazajistán, gestionado por Active Bay -sociedad al 50% de Manolo Saiz y Pablo Antón-, dirigido por Herminio Díaz-Zabala y liderado por Alexander Vinokúrov. Simultáneamente, en Cortaillod (Suiza), una sociedad llamada New Wave, dirigida por el abogado Marc Biver y asesorada por el ex ciclista Toni Rominger, construye la estructura de un equipo ciclista llamado Astaná, patrocinado por el Gobierno kazajo, liderado por Alexander Vinokúrov y asesorado por Walter Godefroot.

¿Se entiende algo? Un poco de memoria:

"Vinokúrov y los mejores corredores del Astaná tienen contrato con Active Bay", dice Saiz
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Un líder, un símbolo

A Walter Godefroot le sacó de su retiro voluntario una llamada de Alexander Vinokúrov este verano. "Necesito tu ayuda", le dijo el albino kazajo a quien había sido su director durante los seis años que pasó en el T-Mobile. "Quiero que seas el consejero deportivo del Astaná, que dirijas la contratación de nuevos corredores, que me ayudes a poner al equipo en el buen camino. No puedo confiar más en Manolo Saiz". Godefroot se sintió tan halagado por la petición que rompió su promesa de no volver nunca a un mundillo ciclista en el que ya no se reconocía.

La primera intención de Vinokúrov, que también había puesto en marcha a su manager, Rominger, y contaba con el apoyo pleno del Gobierno de Kazajistán, fue negociar con Saiz la compra de Active Bay y su correspondiente licencia del ProTour, pero después de algunos contactos llegaron a la conclusión de que Saiz no vendería, de que pese a lo delicado de su situación, pese a que el resto del ProTour comenzara a verle como un indeseable, pese a su implicación en la trama de dopaje de Eufemiano Fuentes, el director cántabro no renunciaría nunca a su equipo ciclista. "Además", comenta con frecuencia Saiz. "Tengo que recordar a todo el mundo que el contrato que firmé con Kazajistán en Astaná cuando Liberty Seguros rompió su patrocinio se extiende hasta 2008. Y que Vinokúrov y los mejores corredores siguen ligados por sus contratos con Active Bay".

"Pero no, pero no", responde Rominger. "Yo he visto el contrato y en él figura una cláusula por la que Kazajistán puede romperlo unilateralmente en el caso de que el equipo no participe en el Tour. Y el equipo no ha podido participar en el Tour. Así que Astaná está libre para financiar a otra sociedad en 2007". Y con esa idea, con la de que el 1 de enero de 2007 viera la luz un nuevo Astaná sin ninguna relación con Manolo Saiz, Godefroot y Biver comenzaron a trabajar. Han solicitado una licencia ProTour para la próxima temporada, han hablado con fabricantes de bicicletas, con otros proveedores de material, han alquilado unas naves en Suiza, buscan más directores y fichan corredores. Se trata de crear un buen núcleo duro kazajo, con Vinokúrov y Kashechkin como líderes, pero se invita a seguir a los españoles, australianos u holandeses del equipo actual que no estén implicados en la Operación Puerto. Todo marcha como la seda. Todos trabajan y Godefroot aprovecha para tomarse una semana de vacaciones con su mujer. Vuela a Marbella.

Del ensueño, el dolce far niente y el sopor mediterráneo le sacan al belga un asunto y un sobresalto. El jueves visita en Mijas, donde se aloja el Astaná actual de cara a la Vuelta, a su amigo Vinokúrov. "Una visita de cortesía", dice. Ayer, su siesta junto a la piscina del hotel se ve interrumpida por llamadas de periodistas que le preguntan por el fichaje para su nuevo Astaná, para el equipo al que él aconseja, de Andreas Kloden, el alemán doblemente segundo en el Tour a quien él dirigió en el T-Mobile y cuyo manager es también Rominger.

Kafka, de nuevo, en acción: "Pero cómo", reacciona Godefroot. "¿Que hemos fichado a Kloden? No me lo puedo creer. No sabía nada. Tendré que hablar con Rominger y Biver... No puede ser... Pero si Kloden no podía ni ver a Vinokúrov. Era una relación imposible... Y, además, con Kashechkin y Vinokúrov no necesitamos un tercer líder, necesitamos a gente para clásicas".

Mientras, en su página web, Kloden escribe: "Ha sido determinante en mi decisión de dejar el T-Mobile e irme al Astaná el hecho de que voy a estar en un equipo con Vinokúrov".

Vinokúrov, ayer durante la contrarreloj por equipos.
Vinokúrov, ayer durante la contrarreloj por equipos.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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