Muere tiroteado un hombre junto al club Riviera de Castelldefels
Un hombre de 35 años murió el viernes por la noche al ser tiroteado en el barrio Granvia Mar de Castelldefels, justo detrás del Riviera, un popular local de alterne situado en la C-31. La víctima es Germán Andrés J. R., de nacionalidad colombiana, que recibió dos disparos en la cabeza y otro en el hombro derecho.
El Cuerpo Nacional de Policía, que busca a los autores del crimen, fue alertado a las 22.30 horas por vecinos que habían oído los disparos. Al llegar a la confluencia entre la calle de Manresa y el paseo de España, los agentes hallaron el cuerpo sin vida de la víctima detrás de unos contenedores. Las dos ambulancias que se presentaron marcharon al poco rato y el cadáver permaneció tendido en el suelo hasta bien entrada la madrugada, una vez el juez ordenó su levantamiento.
La policía científica inspeccionó durante varias horas los alrededores, buscando el arma del crimen o alguna pista sobre el posible agresor o agresores, tal como relataron ayer los vecinos.
S. G., que en el momento en que ocurrió el tiroteo se encontraba con unos amigos tomando unas copas en el interior del local, explicó que no vio nada extraño ni presenció ninguna discusión. Uno de sus amigos sí oyó los disparos. "Comentó que había oído unos petardos", recordó ayer S. G. Cuando salieron del local se encontraron con que la policía había tomado la calle de Manresa, donde S. G. tenía aparcado el coche. "No me pude ir hasta las siete de la mañana", dijo con fastidio.
Un vecino que no quiso dar su nombre también oyó las detonaciones. "Fue justo cuando el Sevilla marcó el 3 a 0. Pensé que era la celebración del gol". Cuando salió a la calle vio a una persona estirada en el suelo con el perfil rodeado con tiza. El personal del Riviera dijo que desconocía los hechos de la noche anterior.
Preocupación de los vecinos
Los vecinos mostraron su preocupación por los altercados que ocurren periódicamente en los alrededores del establecimiento. El último sucedió a principios de noviembre del año pasado, cuando un joven que se encontraba en las puertas del Riviera recibió un impacto de bala en la cadera después de que unos desconocidos realizaron cuatro disparos.
Un matrimonio que vive justo detrás del local, recuerda que hace dos años un hombre se encerró en su lavadero a las cuatro de la mañana para huir de seis hombres que iban "muy bien vestidos" y que cruzaron los contenedores en la calle para evitar que su víctima saliera con su coche. Llamaron a la policía y el individuo, originario de Europa del Este, se entregó contento de haber salvado la vida. "Se había puesto ropa mía que encontró en el lavadero y me la devolvió agradecido", explicó el marido. "Los vecinos tenemos miedo de las mafias que acuden aquí y se dedican a tirotearse por las calles", comentó la mujer. Más crítico se mostró el marido, quien añadió que "esto es una ciudad temática" por la cantidad de clubes que hay cerca de la C-31.
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