Moragues destaca el éxito de las medidas de ahorro de agua en Madrid

Las restricciones en el riego de jardines públicos, en el baldeo de calles o la prohibición de vaciar las piscinas privadas establecidas por decreto en la Comunidad de Madrid se han traducido en un ahorro del 14% del consumo de agua en relación con el año pasado según apuntó ayer en Sueca Juan Moragues, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Moragues invitó el jueves al Consell que preside Francisco Camps, por tercera vez en lo que va de año, a seguir el ejemplo que ofrece el gobierno autonómico de Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, para intentar paliar "la sequía más fuerte de todas las que hemos sufrido en la Comunidad Valenciana".

Tanto el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, como el consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, desestimaron ayer la posibilidad de elaborar un decreto que establezca restricciones al uso de agua en territorio valenciano, una medida que ya han adoptado los gobiernos autonómicos de Andalucía, Cataluña, Madrid y Murcia. Campos censuró "las propuestas llamativas" que plantea el Gobierno central después de "haber eliminado de cuajo el trasvase del Ebro". García Antón, por su parte, aventuró que "el Ministerio de Medio Ambiente, asociado a ecologistas bastante radicales, quiere terminar con la agricultura del Mediterráneo porque, si se acaba con esa agricultura, se acaba con el problema del agua y ya no hace falta ni trasvase ni desalinización".

Por otra parte, el presidente de la Confederación del Júcar, que participó en un acto en Sueca para fomentar el ahorro de agua entre los niños, también aludió a su eventual comparecencia ante la comisión parlamentaria para el estudio de la sequía que Serafín Castellano, portavoz popular, solicitó el jueves. "Llega tarde", comentó lacónico Moragues, "el PP pide que comparezca porque en esa comisión, que lleva un año trabajando y no ha adoptado ninguna medida, no hay ningún usuario del Júcar ni responsable del Júcar", lo que revela, concluyó Moragues, "un trato poco respetuoso" a todos los valencianos.