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Entrevista:JOSÉ MANUEL CALDERÓN | Base de la selección española y de los Raptors de Toronto | Mundial de baloncesto 2006

"Cuando las cosas vayan mal, sabremos qué hacer"

En el equipo de Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, en la selección española de baloncesto, el que lleva el timón es José Manuel Calderón (Badajoz, 28 de septiembre de 1981). Su progresión como jugador supera las previsiones más optimistas y su ascendencia en el equipo crece año tras año hasta haberle convertido en una referencia de primer orden. Su perfecto partido frente a Alemania resumió el valor que atesora como jugador y como líder de una selección que, hasta ahora, arrasa.

Pregunta. En un momento en el que los halagos son numerosos, ¿puede decir algo malo de este equipo español?

Respuesta. Tenemos que mejorar algunos minutos en los que tenemos lagunas. Pequeños detalles defensivos o de ataque. De vez en cuando, nos quedamos sin saber qué hacer. No son demasiados, pero sí nos estamos dando cuenta de que, por ejemplo, las salidas en el primer y el tercer cuarto nos están costando un poquito. Es como si mirásemos al otro equipo antes de reaccionar.

"Estamos donde queríamos, con tres partidos ganados frente a tres equipos diferentes. Y bien ganados, además"
"Algún día llegará un final igualado. Hay gente para resolver. Visto desde el otro lado, ¿a quién marcas de España?"
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P. Igual es porque van muy sobrados.

R. Creo que lo hacemos sin querer; que, a veces, queremos hacer más cosas de las que deberíamos y nos complicamos la vida. Pero, de momento, estamos donde queríamos: tres partidos ganados frente a tres equipos diferentes, pero bien ganados.

P. La de Alemania pareció algo más que una simple victoria

R. Sí, es verdad. Llevábamos tiempo sin ganarles. El año pasado fue un palo muy duro perder las semifinales en el Europeo. Esta vez pudimos con ellos y, además, con una ventaja amplia [92-71] que creo que nos da más respeto ante los rivales. Podemos decir: ahí queda ese marcador.

P. ¿Que cambió respecto a las otras dos ocasiones?

R. Llevamos más tiempo trabajando juntos, desde cadetes. Con Pau o con Navarro nos entendemos con la mirada y sabemos lo que quiere cada uno y cómo lo quiere. Esto hace todo mucho más fácil. Encima, ha entrando gente más joven e igual nos ha dado esa ambición que puede que nos haya faltado alguna vez. Por ejemplo, el otro día, cuando se pusieron a un punto en el segundo tiempo, no pasó nada y seguimos jugando a lo nuestro.

P. ¿Cuál era la táctica anti-Nowitzki?

R. No teníamos nada especial preparado. Sabíamos que se las iba a jugar y estaba claro que teníamos que ayudar al hombre que le vigilara. Hicimos muchos cambios defensivos para que ellos no pudieran jugar los sistemas a los que están acostumbrados y, cuando él recibía, todos, inconscientemente, le hacíamos dos contra uno. A veces estaba hablado y otras no. Fuimos entrando poco a poco en el partido, vimos que nos iba bien y seguimos así.

P. La sensación desde fuera fue que el alemán terminó desquiciado. ¿Y desde dentro?

R. Sí, era la misma. Quería más la pelota, la pedía y veía que, aunque la tuviese, no podía porque igual le hacía el dos contra uno un bajito y le atacaba el bote. Siempre se encontró incómodo. Tiró sólo nueve veces en treinta y tantos minutos. Eso creo que hacía mucho tiempo que no le pasaba.

P. En Toronto estarán encantados viendo la defensa de Garbajosa, su nuevo fichaje, a toda una superestrella.

R. Ojalá. Es un gran fichaje para nosotros. A ver si la temporada que viene, cuando juguemos contra Dallas, el entrenador va y dice: "Yo vi aquel España-Alemania"... O igual ni lo ha visto, quién sabe.

P. ¿Qué pensó cuando Gasol cometió dos faltas tan rápido y tuvo que irse al banquillo?

R. Era un palo importante, pero también sabíamos que el año pasado pudimos competir contra Alemania sin él. Pau es un referente ofensivo importante. Así que, si no estaba, había que utilizar otros sistemas. Cuando vi que me pusieron enfrente al dos suyo, mientras que el base, que es mejor defensor, se ocupaba de Navarro, intenté aprovechar jugándome los dos o tres primeros tiros. Además, pensé que ellos no iban a estar muy pendientes de mis tiros, ya que en los dos primeros partidos no me había prodigado. Salió bien y a partir de entonces hubo más espacios para todos. Lo importante de este equipo es que está preparado para reaccionar, aunque juegue sin Pau o sin cualquier otro. Ahí está la baja de Felipe [Reyes].

P. Aun así, tuvo que ser un alivio ver que Navarro estaba recuperado de sus problemas físicos.

R. Yo le pregunté por la mañana y poco antes del partido y me dijo: 'Adelante'. Y cuando él dice adelante.... Metió el primer tiro y le di otros dos más porque sabía que iban para dentro. Había que aprovechar, por si luego no aguantaba... [risas].

P. ¿Ha cambiado la mecánica de tiro?

R. Estoy en ello, por lo menos. Llevo todo el verano trabajando. Ya empecé en Toronto al final de la Liga. Siempre he tirado con el codo muy abierto y mis tiros iban muy rasos. Ahora meto un poco más el codo para dentro. Sólo con querer bombear más el balón, el codo hace ese movimiento. He hecho muchas repeticiones y el lunes entraron. Voy a seguir trabajándolo. Creo que lo puedo mejorar.

P. ¿Qué es más importante: la mecánica, la práctica o la confianza?

R. Hay gente con mala mecánica y, al final, las meten igual. Lo otro es más importante. Si tú haces mil tiros con la izquierda, al final la acabarás metiendo. Yo de confianza estoy bien. No la pierdo si en un partido empiezo fallando tres tiros. Voy a seguir tirando igual. En general, me encuentro a tope, al ciento por ciento.

P. ¿De verdad que no se aburren de ganar por 20 puntos?

R. No, al contrario. Estamos aburridos de que la concentración sea larga y haya mucho tiempo libre. Ahora se han inventado lo de los ascensores [hay seis en el hotel y los jugadores apuestan con el primero que pasa a ver cuál de los seis llega primero]. Ayer me levantaron 2.000 yenes [13,37 euros], que no es poco por una carrerita de ascensores. Yo prefiero ganar por 20. Es muy bonito ganar por uno, pero tienes más posibilidades de perder.

P. Llegar a un final igualado no se practica en los entrenamientos.

R. Pues hacemos cosas así en los entrenos. No es lo mismo, pero somos un equipo con varios jugadores capaces de resolver en el último minuto. Es fácil saber cómo jugar estos últimos balones con esta gente. Poniéndote en el otro lado, ¿a quién marcas de España? De todas formas, si llega ese partido igualado, que sea en los dos que nos quedan de la primera fase, aunque estamos preparados para cuando las cosas vayan mal. Sabremos qué hacer.

P. ¿Ha visto a equipos de los otros grupos?

R. No. Sólo a los equipos con los que teníamos que jugar. Hemos visto estadísticas, oído cosas por ahí, pero no sabemos cómo están jugando porque los resultados a veces engañan un poco. ¿Ha ganado Grecia a Australia? Mejor. Nos viene bien no cruzarnos con Grecia porque es un equipo que se nos puede dar mal. Es más equipo que, por ejemplo, Alemania, que sobre todo tiene a Nowitzki, sin despreciar a los demás. Grecia es más como España. Tiene mucha gente que puede anotar y jugar. Por eso fue campeón de Europa el año pasado.

P. Se le ve pletórico. ¿Qué hizo entre el final de su temporada con los Raptors y el principio de la concentración?

R. Estuve dos semanas y media de vacaciones y luego empecé a entrenarme. Estuve entrenándome mes y medio con Tarragó, un técnico que contraté y que me va a llevar hasta que vuelva a la NBA. Un mes en Vitoria y luego en Villanueva de la Serena. Y me encuentro muy bien. No me quiero imaginar si ahora estuviera de vacaciones, sin selección. Serían demasiados días sin baloncesto.

Calderón bromea durante un entrenamiento.
Calderón bromea durante un entrenamiento.ASSOCIATED PRESS

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