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Reportaje:

El hospital de los animales

El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Jaén atiende a más de 340 ejemplares

Ginés Donaire

El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), situado junto al pantano del Quiebrajano de Jaén, es un auténtico hospital de animales, aunque especializado, principalmente, en aves rapaces. Los técnicos que trabajan en este centro, uno de los siete de estas características que forman parte de la red andaluza, han atendido en lo que va de año a más de 340 ejemplares, una cifra sensiblemente superior a la del mismo periodo del pasado año. La cifra ha aumentado en el último mes debido al período de cría de las rapaces, que provoca la caída de los nidos de muchos animales.

"Nuestro principal objetivo es recuperar especies amenazadas para luego devolverlas a su hábitat natural", asegura Elena Zarco, una bióloga madrileña que desde el pasado mes de abril es la responsable del CREA jiennense. Del total de animales que han sido atendido en el CREA el 45% ha sido recogido por particulares, personas anónimas que han puesto en conocimiento la existencia de un ejemplar herido. A la labor de los particulares se une la del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente.

La delegada de Medio Ambiente en Jaén, Amparo Ramírez, considera que estas cifras "demuestran la sensibilidad de los jiennenses, que participan activamente para conservar la biodiversidad".

Más de la mitad de los animales que han ingresado se han recuperado o se recuperan en estos momentos. El resto o llegó muerto, o ha debido ser sacrificado por la gravedad de sus heridas, o su recuperación es parcial y no puede volver a vivir en libertad.

Por especies vivas atendidas, las aves representan casi la totalidad de los ingresos. Los expolios o las caídas del nido son las principales causas de atención de los animales. Le siguen muy de cerca los casos de traumatismos, la debilidad o desnutrición, la electrocución y los atropellos y disparos.

En el caso de los animales que han llegado muertos al centro, los golpes y las descargas eléctricas en tendidos fueron una de las causas principales. "La acción del hombre por la proliferación de zonas urbanizadas es una de las principales amenazas de estos ejemplares", advierte Elena Zarco, que dirige un equipo de cuidadores.

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El CREA tiene también una función didáctica y es visitado con frecuencia por universitarios o investigadores. En verano crece la actividad en el centro porque las altas temperaturas y el periodo de cría coincidentes provocan las caídas de los nidos. Precisamente, la caída desde el nido de un pollo de un buitre negro motivó que los técnicos del CREA lo rehabilitasen y lo soltaran en días pasados en el parque natural de la Sierra de Andújar.

Junto con expertos del programa Buitre Negro de la Consejería de Medio Ambiente, los técnicos del CREA procedieron al anillado y la colocación de un radiotransmisor al pollo de buitre negro (Aegipyus Monachus), que apenas tenía dos meses de vida cuando fue hallado a los pies de un alcornoque del que se había desmoronado su nido.

El buitre negro tiene en el parque natural de Andújar uno de su principales hábitats. Esta rapaz amenazada alcanza los tres metros de envergadura. En Andalucía existen otros tres núcleos de nidificación además del jiennense. En total, se contabilizan 220 parejas, el 15% de las españolas y casi el 12% de Europa. En la sierra de Andújar nidifican algo más de 60 parejas, lo que puede representar el 28% de todas las parejas andaluzas.

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