Convulsión en el Valencia
Enfrentado a Carboni, Quique se la juega ante el Salzburgo en la 'Champions'
El Valencia vive en la paradoja. El equipo encara hoy (22.00, Canal Nou y Canal +) uno de los partidos más importantes de la temporada cuando acaba de comenzar. Aparte de la decisiva visita del Salzburgo en la fase previa de la Liga de Campeones (1-0 a favor del equipo austriaco en la ida), el club se encuentra inmerso en una situación convulsa: una inestable relación entre el entrenador, Quique Sánchez Flores, y el director deportivo, Amedeo Carboni, avalado por el presidente, Juan Soler. Este triángulo ha tejido todos los fichajes -no han satisfecho a Quique, como en los casos de Del Horno o Tavano, del que ayer mismo aseguraba que ha llegado fuera de forma- con la Champions como obsesión.
En el caso de no remontar la ventaja con la que comparecerá el Salzburgo en Mestalla, es posible que Quique ni siquiera llegue a debutar en la Liga este fin de semana. "Eso es muy de la tierra: humillar e intentar desquiciar a entrenadores válidos. Yo, en ese sentido, me siento de esta manera más valorado", explicó tras el entrenamiento de ayer.
Pese a que considera que el equipo está centrado en el encuentro contra el Salzburgo, Quique dejó varias perlas más en su pugna continua con Carboni. Aseguró que el cuerpo técnico "sigue a lo suyo" y no quiso entrar a valorar ni a los futbolistas de la plantilla ni a otros posibles fichajes, como el del bético Joaquín. "Al final, no voy a poder hablar de casi nada porque es la única forma de no meterme en problemas", atajó.
Por si la convulsión en los despachos no fuera suficiente, una inoportuna lesión de Baraja también la llevó al terreno de juego. El centrocampista no podrá entrar en las convocatorias al menos durante dos meses, por lo que el técnico tendrá que recurrir a Edu. Los problemas físicos también han tocado al Salzburgo, que no contará esta noche con su máximo goleador, el alemán Zieckler.
Una buena solución, al menos temporal, para la tormenta que se ha declarado en Mestalla sería la victoria y la clasificación. Además de un parche en lo deportivo, pasar a la fase de grupos supondría para el club de Soler una inyección superior a los 13 millones de euros y sin la cual el presupuesto de la temporada se vería seriamente desequilibrado.
El sueño de Osasuna
Lo que para el Valencia resulta una obligación en uno de los choques trascendentales del año, para Osasuna sería todo un sueño en el partido más importante de su historia. Por eso y por el 0-0 de la ida, el partido contra el Hamburgo (20.45, Canal +) se presenta como la oportunidad de hacer grande al club rojillo, que vería cubierto más de la mitad de su presupuesto con los ingresos de la Liga de Campeones y, sobre todo, encararía la campaña con la moral por las nubes. Ya no hay papel en las taquillas para ver este choque calificado de "histórico" desde el club.
José Ángel, Cuco Ziganda contará con todos sus futbolistas y repetirá el once inicial que logró el empate en Hamburgo mientras que los germanos han llegado con bajas significativas, especialmente en la zaga.
Ziganda no desea cargar con la etiqueta de favorito: "Tenemos enfrente a un contrario con mucha necesidad y muy presionado. Sigo viendo la eliminatoria al 50%. Habrá que derrochar frialdad y hacer valer el factor campo".
En una semana, su homólogo, Thomas Doll, ha visto cómo el Hamburgo vendía al Chelsea a su central holandés Boularouz. Además, el otro central titular, Kompany, y el lateral Atouba son dudosos por sendas lesiones. "Todo el mundo espera que fracasemos", advirtió.
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