Ingenieros guineanos formados en Madrid

La Escuela Técnica Superior de Minas de Madrid recibe cada año la visita de una treintena de estudiantes de Guinea Ecuatorial para especializarse como ingenieros de petróleo. Este año han llegado 22. El Golfo de Guinea es una de las zonas donde más reservas de petróleo se están descubriendo. Guinea Ecuatorial, con una producción de 400.000 barriles diarios, necesita una gran cantidad de ingenieros con buena formación. España, con la que comparte idioma, es un buen destino. Los ministros de Petróleo y Educación se formaron en este país hace cerca de 25 años.

Desde que en 2004 se inició el programa, éste se financia al 50% entre Repsol y el Gobierno de Guinea Ecuatorial. "[Las petroleras] suelen donar entre 100.000 y 200.000 dólares (entre 77.757,5 euros y 155.515 euros) por cada bloque que explotan al año", explica Alfonso Maldonado, director de la escuela. A Repsol le interesa mantener buenas relaciones con el país y formar ingenieros dispuestos a viajar a África. "Hay una gran demanda de ingenieros del petróleo y escasa oferta", añade.

"Me gustaría trabajar para Repsol en el futuro y poder volver a mi país, Guinea", asegura Sofía Esono, de 19 años, y alumna de la escuela

No sólo es que no quieran viajar, sino que no hay suficiente gente formada. "Repsol necesitaba cubrir 400 plazas de ingenieros en cinco años e hicimos un curso especial al que sólo se presentaron 35 personas", recuerda.

Guinea vive bajo la dictadura de Teodoro Obiang, la esperanza media de vida es de 52 años y tiene una renta per cápita de 6.442 dólares (unos 5.009 euros), frente a los 27.814 dólares (21.627 euros) de España.

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) realiza exámenes de selectividad en colegios españoles de Guinea Ecuatorial, exámenes que la escuela utiliza como baremo: pide más de un siete para que el alumno sea aceptado.

"Los resultados con los alumnos han sido muy buenos. Ha habido varias matrículas de honor", explica el director de la escuela, que tiene 1.200 estudiantes. El presupuesto de cada uno de estos alumnos de Guinea es de 18.000 euros al año. Sofía Esono, alumna guineana de la Escuela de Minas, de 19 años, comenta: "Me gustaría poder incluirme en algún proyecto de Repsol en el futuro y poder volver a Guinea".

La escuela ultima un nuevo proyecto con Santo Tomé y Príncipe. Como el idioma en estas islas es el portugués, la escuela ha establecido un acuerdo con el Gobierno del país vecino para que los futuros ingenieros cursen los dos primeros años en ese país. El último, de especialización en petróleo, se hará en España. La Escuela de Minas recurre a este tipo de acuerdos para poder mantener el número de alumnos, que tienden a disminuir.