Amena pierde un millón de clientes de móvil a manos de Movistar y Vodafone

Amena superó el pasado mes de julio la cifra de un millón de clientes perdidos a manos de sus rivales. De éstos, 770.328 se cambiaron a Vodafone y 374.535 se fueron a Movistar. Las penalizaciones impuestas por las compañías para impedir que sus abonados se cambien de operador utilizando el mecanismo de la portabilidad, que les permite conservar el número, no han dado el resultado esperado, al menos por ahora. Sólo en el mes de julio han cambiado 328.403 abonados, un 15% más que en en el mismo mes del año pasado. En total, 8,9 millones de españoles han portado su número móvil.

Si no hay nuevos abonados, habrá que robárselos a la competencia. Este parece ser una de las primeras motivaciones comerciales de las compañías de telefonía móvil españolas. Para ello se sirven de la portabilidad, un procedimiento que permite a cualquier abonado cambiarse de operadora conservando el número de teléfono.

Desde que este mecanismo se introdujo en 2001, más de 8,9 millones de abonados han cambiado de compañía portando su número, según las cifras de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) del mes de julio publicadas ayer.

La peor parte de esta batalla encarnizada se la lleva Amena que superó en julio por primera vez el millón de clientes perdidos de saldo neto (clientes arrebatados a los rivales menos los abonados que se han pasado a la competencia) tras ceder 70.269 clientes en el mes.

Los ganadores

El ganador de la portabilidad es Vodafone, que tiene un saldo neto positivo de 770.326 abonados tras ganar 64.765 en julio, mientras que Movistar acumula 374.535 clientes después de sumar 5.863 el último mes.

Cuando se introdujo la portabilidad, se pretendía garantizar que las compañías no pudieran tener atado al cliente a través del número de teléfono. Pero esa función original se ha desvirtuado y, en la práctica, las operadoras utilizan esa figura para ganar cuota de mercado ofreciendo al cliente de la competencia un buen plan de precios o un nuevo terminal.

Esta práctica comercial no es ni mucho menos gratuita, y daña los márgenes comerciales de las empresas. Según estimaciones de las operadoras, robarle un cliente a la competencia cuesta, como mínimo, 150 euros.

Para frenar esa sangría las compañías de móviles han adoptado medidas para intentar que el cliente se lo piense dos veces antes de cambiarse a la competencia. Así, las tres operadoras han introducido cláusulas de permanencia para penalizar a sus clientes de contrato con 150 euros si éstos se acogen a promociones (planes de precios especiales o cambio de terminal gratuito) y no se mantienen en la compañía durante 18 meses.

Pero no parece que esas medidas estén resultando aún muy eficaces, a juzgar por las últimas cifras. Sólo en julio, los operadores se intercambiaron 328.403 números, un incremento de un 15% frente a julio de 2005, lo que cambia la tendencia iniciada en el mes de abril de descensos en el crecimiento interanual.

El mismo fenómeno se observa en telefonía fija, aunque las cifras son mucho más modestas. El dato de julio supuso un incremento de 49.741 líneas, una cifra muy superior a las 32.360 de julio de 2005. Desde 2000, el número acumulado de líneas portadas se situó en 2.196.273.

Por otro lado, julio acabó con 4.636.678 conexiones de Internet por banda ancha ADSL, un 39% más que hace año, tras sumar 74.971 conexiones en el mes, un 2,7% más que en julio de 2005.