Milán impone un peaje para circular por el centro de la ciudad
Milán será, desde enero, ciudad de peaje para los automovilistas. Circular por el centro costará a los no residentes de cuatro a cinco euros diarios, según los primeros cálculos del Ayuntamiento, y pagarán más los vehículos que más contaminen. El objetivo es reducir la contaminación ambiental, que en 151 días de 2005 superó los límites establecidos por la Comisión Europea. La nueva alcaldesa de Milán, Letizia Moratti (Forza Italia), se ha marcado como prioridad reducir el flujo de automóviles que cada día afluyen hacia el centro desde las afueras y las poblaciones cercanas, unas 600.000. La mejor solución parece el peaje, ya aplicado en Bolonia desde el 19 de junio con cinco euros. En Roma, los residentes en el casco histórico pagan una tasa anual de unos 300 euros y los demás (salvo vehículos comerciales) tienen prohibido el acceso en horas laborables.
Las autoridades milanesas se plantean establecer como obligatorio a medio plazo un telepass similar al utilizado en las autopistas, con lectores instalados en las vías de entrada. Por el momento, sin embargo, se comenzará con una tarjeta, que se comprará en quioscos y estancos para colocarla sobre el salpicadero. La tarifa más cara recaerá sobre los motores diésel antiguos. Los de tipo Euro 4 y los eléctricos están exentos.
El alcalde de Venecia, Massimo Cacciari, también estudia posibles peajes sobre los turistas peatones. Cada año visitan Venecia unos 20 millones y proporcionarles servicios (limpieza, agua, seguridad, etcétera) es prohibitivo para una ciudad en graves apuros económicos.
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