ETA asegura que el proceso de paz está en "una evidente situación de crisis"

ETA irrumpió ayer en medio de los avisos de parálisis del proceso de paz que la izquierda abertzale viene lanzando en los últimos días para coincidir con sus dirigentes en que dicho proceso se encuentra "en una evidente situación de crisis". En un comunicado enviado de madrugada al diario Gara, achaca la situación "a la actitud mezquina de los partidos". Tras un contacto inicial entre el PSE y la ilegalizada Batasuna, la banda carga contra los socialistas y el PNV, y lanza una amenaza al Gobierno: "Si continúan los ataques contra Euskal Herria, ETA responderá".

El comunicado es el primero de la banda desde la declaración institucional del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los Diputados, el pasado 29 de junio. Con la declaración, el Gobierno dio por iniciado el diálogo con la banda.

Cinco meses después de la declaración del alto el fuego permanente y tras producirse los primeros contactos entre dirigentes del PSE y la ilegalizada Batasuna, ETA concluye que el proceso de normalización política en Euskadi "se encuentra en evidente situación de crisis". Los principales responsables, según la banda, son los partidos políticos "que no han respondido a la medida de su responsabilidad" y que "en vez de dar pasos profundos para alimentar ese proceso y para construir un marco democrático en Euskal Herria, han actuado obcecadamente para desgastar las posiciones de la izquierda abertzale".

El texto se refiere expresamente al PSOE y al PNV, que, según ETA, "están demostrando una voluntad clara para retrasar los pasos a dar", mientras "imponen nuevas condiciones a la izquierda abertzale". Los socialistas, agrega el comunicado, "quieren desarrollar su propio modelo de Estado y convertir el proceso en un mero instrumento para continuar en el poder".

Ninguna de las dos formaciones, señalan los terroristas, ha demostrado "una voluntad clara de responder mediante la negociación y el acuerdo a los nudos que hay que desatar en este proceso", sino que se han distanciado "de los compromisos adquiridos" y ponen "nuevos obstáculos para que Euskal Herria se trabe en el fango del marco de negación y división". Por esa razón, ETA pregunta a sus dirigentes "si tienen intención de dejar que el proceso se pudra".

La organización terrorista también carga contra el Gobierno, al que considera responsable de la "gravedad" del momento. El Ejecutivo, según ETA, "se ha valido de la represión para debilitar a la izquierda abertzale" mediante "continuos ataques" desde "los aparatos del Estado", dice la nota, en clara referencia a la prohibición inicial de la manifestación del pasado fin de semana que finalmente se celebró gracias a la convocatoria de una ciudadana en principio no relacionada con la ilegalizada Batasuna.

Entre esos supuestos "ataques contra los ciudadanos vascos", se citan, además, "la ocupación de las calles, los controles y amenazas de las fuerzas armadas, los secuestros de ciudadanos vascos y la vulneración de los derechos civiles y políticos de la izquierda abertzale".

La banda también critica "un intento de desvirtuar y vaciar de contenido el proceso" por parte del Estado, al identificar "la situación abierta con el fin de ETA con que la izquierda abertzale admita dócilmente el marco actual", en referencia a las exigencias de previa legalización para entablar un diálogo abierto. La organización se queja de que "se mantiene la opresión política, militar y económica de Euskal Herria", y subraya que España y Francia "continúan utilizando toda su maquinaria represiva contra los pilares que nos convierten en un pueblo".

La nota exige que se levanten "todos esos límites que hoy en día se imponen a Euskal Herria para llegar a una verdadera situación democrática". La supuesta actitud "represiva" es "incompatible con el desarrollo de un proceso de negociación", dice la nota, que advierte de que "si continúan los ataques contra Euskal Herria, ETA responderá".

Fuentes del Gobierno atribuyeron el comunicado a una reacción "más política que militar" de los sectores radicales de la izquierda abertzale. Las fuentes relacionaron el comunicado con la negativa de PSOE y PNV a poner en marcha una mesa de partidos mientras Batasuna no se someta a la legalidad.

"¿En qué ha quedado el sentido de Anoeta, la distinción entre la vía de los partidos, por un lado, y el diálogo entre ETA y el Estado, por otro, si es la banda la que marca el paso a Batasuna?", se preguntaron las mismas fuentes.