Un realojo entre reproches
26 familias se quejan de las condiciones de venta de sus casas
"Mis padres tienen 80 años y viven en una casa de dos pisos con una patio de 200 metros cuadrados, ¿Cree que les interesa pagar una hipoteca a 20 años por un piso de 60 metros?", se pregunta José Beltrán, que nació en aquella antigua casa del barrio de Valdezarza hace más de 50 años.
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, entregó ayer las llaves de 26 viviendas de protección oficial donde serán realojados los propietarios e inquilinos de la calle de la Isla de Long, que reprocharon al alcalde las condiciones de entrega de estos nuevos pisos.
El Gobierno municipal aplicó hace siete años una expropiación forzosa de los terrenos, calificados como zona verde. Los propietarios de las casas, donde vivían 26 familias, recibieron una compensación económica similar al precio de los pisos nuevos que ahora tendrán que pagar. La cantidad oscila entre los 58.000 y los 86.000 euros.
"Paso de no pagar nada de alquiler, a deber 300 euros al mes", dice una vecina
El problema es que la mayoría de los propietarios son jubilados o tienen ingresos muy bajos, mientras que los inquilinos no han recibido indemnización, pero sí la opción de comprar el piso que ayer les entregó el alcalde a los citados precios.
"El Ayuntamiento tiene el inmenso honor de gestionar una iniciativa que parte de los vecinos", declaró el alcalde, que añadió: "Es un buen ejemplo de la vinculación existente entre el urbanismo de transformación y el carácter social de las políticas de vivienda de este Gobierno".
"Mi casa cumple con todas mis necesidades y no la he reformado en siete años porque sabía que me iban a echar", responde Soledad Otero, de 55 años, en paro, al igual que su marido. Los vecinos de la Isla de Long defienden la habitabilidad de sus hogares, pero su aspecto está muy deteriorado. Son casas bajas, con patios interiores, propias de un Madrid de otra época. Pedían como solución la recalificación del terreno, que linda con las instalaciones deportivas de Francos Rodríguez, pero el Ayuntamiento ha optado por el realojo. La construcción de un aparcamiento para residentes bajo el terreno ha pesado más que las pretensiones de los afectados.
"Me iré de mi casa y pagaré con más horas de trabajo la hipoteca, pero no permitiré que el Ayuntamiento haga negocio en un terreno que me ha malpagado", declara María del Mar González, una empleada de limpieza que asegura haber llorado de rabia en la entrega de llaves.
González vive con sus dos hijas en una casa de seis viviendas propiedad de tres personas, entre ellas su padre y su tío. "Paso de no pagar nada por el alquiler, a deber 300 euros cada mes al banco", afirma indignada.
Las cinco familias, incluida la de González, optan a comprar una vivienda por poco más de 60.000 euros. En esta zona de Madrid, el precio medio de una vivienda nueva de 60 metros es de 290.000 euros.
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