_
_
_
_

Sólo casas y más casas

Unas 25.000 familias residen sin servicios públicos en los cuatro nuevos barrios de la capital

Jesús Sérvulo González

Unas 25.000 familias viven ya en los desarrollos urbanísticos de Madrid: Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro y Carabanchel. La Administración (Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno central) prevé dotar a las nuevas zonas urbanísticas de todos los servicios, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Mientras, los vecinos se sienten aislados. Según éstos, faltan colegios, polideportivos, bibliotecas... Además, no hay ningún centro de salud en funcionamiento. Los vecinos protestan por la falta de infraestructuras, comercios y transportes. Y se quejan de que durante las vacaciones y los fines de semana los nuevos barrios parecen un desierto. Reclaman más policías, pero califican como bueno el servicio de limpieza.

Más información
Medio millón de vecinos vivirán en la ampliación de la ciudad

Los vecinos de los nuevos barrios están cansados de vivir en una zona donde los pisos se han multiplicado más rápido que los servicios que reciben. Decenas de grúas y esqueletos de edificios en construcción constituyen el paisaje de los nuevos barrios. En Madrid existen cuatro grandes barrios en desarrollo donde se alojan desde hace unos meses más de 70.000 madrileños. Cuando estén terminados acogerán a más de 120.000 personas.

"Sobre todo, falta información", cuenta Ana Navarro, vecina de Sanchinarro desde hace un año. "No hay nada. Nos imaginamos lo que van a hacer por los carteles de los solares". Navarro se queja por la escasez de locales comerciales que existe en todo el Plan de Actuación Urbanística (PAU). "Sólo hay dos grandes centros comerciales. No tenemos tiendas. La gente viene cargando con las bolsas de la compra desde Madrid".

Ramón Silva, edil socialista, dice que en el barrio sólo existe un hospital privado. "Hace cuatro años que el Ayuntamiento cedió a la Comunidad un solar para que levantara un centro de salud. Y todavía nada". Silva denuncia que en el nuevo planeamiento no hay escuelas infantiles "ni privadas ni públicas". El año pasado entró en funcionamiento un colegio, pero sólo el área de primaria. "No hay ningún instituto, los vecinos nos vemos obligados a llevar a los niños a algún centro de Hortaleza", dice Ana Navarro. Silva cuenta que "tampoco hay centros de mayores, ni bibliotecas, ni polideportivos. Tan sólo dos pistas deportivas elementales".

Ana Navarro reconoce que la policía ha incrementado su presencia en la zona tras las constantes denuncias de los vecinos. Pero carecen de comisaría propia. "Había muchos robos en viviendas, en garajes y en los coches", cuenta. "Lo peor de todo es el transporte. El autobús que pasa por aquí hace ahora un recorrido mucho más largo, porque pasa por El Corte Inglés", se queja. "Los fines de semana esto es un desierto", protesta amargamente.

En Montecarmelo, las cosas no son muy diferentes. Ahora viven unas 12.000 personas en el barrio, cuenta Alberto Navazo, presidente de la asociación de vecinos. Navazo dice que hay muchas menos personas censadas de las que están viviendo en el barrio: "Como aquí aún no hay servicios, tienen miedo a perder los derechos de su empadronamiento para los colegios, centro de salud, etcétera".

Pedro Sánchez, concejal socialista, denuncia que las "nuevas ciudades se han hecho con improvisación". Y enumera los servicios pendientes para el barrio: "En Montecarmelo y Las Tablas no hay centro de salud (aunque el Ayuntamiento ya ha cedido una parcela). Los vecinos reclaman un instituto. Tampoco hay nada para mayores. Y el centro cultural está previsto para la próxima legislatura". Sánchez define estos barrios como "islas urbanísticas no integradas con la ciudad".

Alberto Navazo critica la limpieza del barrio. "Hay muchas obras que generan muchos desperdicios". También se queja del transporte. "Pedimos un búho [un autobús nocturno] para que la gente pueda salir por la noche". Y agrega: "Hay poca presencia policial. Hay problemas de inseguridad porque el poblado marginal de La Quinta está cerca". El representante de los vecinos de Montecarmelo dice que "había muchas zonas verdes, pero ahora están abandonadas".

El Ayuntamiento de Madrid invierte 24 millones de euros al año en recogida de residuos y limpieza viaria en los nuevos barrios. Además, ha destinado 147 millones en mejorar los accesos a los nuevos PAU.

En Carabanchel, fuentes socialistas apuntan que sólo hay un colegio público, "pero no hay escuelas infantiles, no hay centros de salud. Hay un cartel que anuncia la construcción de un polideportivo desde hace tiempo, pero aún no hay nada". "Se ha hecho el ladrillo primero y luego se ha olvidado el resto", protesta Lorenzo Álvarez, presidente de la asociación de vecinos de Las Tablas. "Éste es un PAU diseñado para uso exclusivamente residencial. No hay mercado municipal, tenemos que coger el coche para todo. Hay muchos solares para construir infraestructuras públicas, pero todavía no hay nada", remacha.

Según Álvarez, el desarrollo del barrio debería ser paralelo a la construcción de viviendas. "No hay una biblioteca donde leer un libro, ni un polideportivo donde llevar a los niños a jugar".

La Comunidad ha anunciado que los nuevos barrios tendrán 2.400 nuevas plazas escolares para el próximo curso, donde cada nuevo barrio tendrá un colegio en funcionamiento.

Vista aérea del nuevo barrio de Sanchinarro, al norte de la capital.
Vista aérea del nuevo barrio de Sanchinarro, al norte de la capital.RICARDO GUTIÉRREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_