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Entrevista:LINDA ARNOLDO | Heladera | Semana Grande

"Los donostiarras son tradicionales a la hora de elegir su helado"

El hábito de ver los fuegos artificiales y luego comer un helado es un clásico de la Semana Grande donostiarra. Linda Arnoldo (Venecia, 1951) lo sabe bien. Siguiendo la estela familiar, lleva un cuarto de siglo al frente de la heladería Los Italianos, en el corazón de la ciudad.

Pregunta. ¿Cuántos helados pueden llegar a servir una noche de Semana Grande?

Respuesta. No lo hemos calculado nunca, pero cientos, miles. En las dos horas posteriores a los fuegos se venden casi más helados que durante todo el día.

P. ¿Qué piensa uno cuando le llega esa avalancha de gente?

R. Yo, la verdad, es que odio esa avalancha. Los más jóvenes detrás del mostrador están como asustados. Desde una semana antes les metemos en la cabeza que tienen que servir rápido y no entretenerse en charlas. Luego, cuando empiezas a atender, se supera todo. Es como un examen. Antes estás nervioso, pero cuando arrancas dices, que sea lo que Dios quiera. Son ocho días y hay que pasarlos.

P. Para sus arcas vienen bien.

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R. Hombre, por supuesto, porque luego el invierno es muy largo en San Sebastián.

P. ¿Después de servir tantos helados seguidos, no llega a aborrecerlos?

R. No, eso nunca. A todos nos encanta el helado. Te sienta bien a cualquier hora y siempre estamos picando.

P. ¿Cuál es la clave de un buen helado?

R. La clave está en hacerlo con una buena materia prima y no con los preparados que hay ahora.

P. ¿Cuántos sabores ofrecen?

R. Tenemos 20. Este año como novedad hemos elaborado helado de aloe vera. Como está tan de moda... Y sale bastante bien. Es perfumado y refrescante. Está rico.

P. ¿Los donostiarras son atrevidos o clásicos a la hora de elegir el sabor de su helado?

R. Son muy tradicionales, pero no sólo los donostiarras. La gente del sur va al turrón, al dulce de leche,... Por aquí gusta más el mantecado, la avellana, el café, el chocolate,... También el limón y la fresa, los clásicos de toda la vida.

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