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Seis familias de inmigrantes estafadas al alquilar el mismo piso de San Blas continúan viviendo en él

Daniel Verdú

Hace nueve días fueron víctimas de una estafa multitudinaria. Un dominicano llamado Juan Toribio alquiló a más de 20 familias el mismo piso de la calle de Estocolmo, en el distrito de San Blas. Tras dos días de incertidumbre y rabia, seis familias (15 personas) que no tenían ni casa donde ir ni dinero para proporcionarse un alojamiento decidieron quedarse en el piso hasta que encontrasen una solución.

Más de una semana más tarde, la vida en la casa de San Blas se normaliza y sus habitantes adquieren las rutinas propias de una gran familia. Salen a trabajar, hacen la compra conjunta, pagan los recibos de la luz y se organizan para realizar las tareas del hogar. "De momento es la casa de todos, así que lo compartimos todo", explicó Mauricio Macías, uno de los habitantes.

Ayer, un grupo de afectados estuvo en los juzgados de la plaza de Castilla para interesarse por su caso: "Nos han dicho que hasta dentro de un mes no van a saber nada del asunto, así que hasta que tengamos alguna novedad, seguiremos aquí", dijo uno de sus portavoces. La opción que les ofreció el Ayuntamiento tampoco ha prosperado. "Nos ofrecían una habitación. No es lo mismo que una casa", dijo un afectado.

Algunos se desplazaron ayer a la oficina de Provivienda, una asociación sin ánimo de lucro que gestiona el programa de mediación de alquiler de viviendas para inmigrantes de la Comunidad de Madrid. El programa proporciona avales y garantía a los propietarios y posibilita el acceso a la vivienda a la población inmigrante. "Nuestro programa se dedica a prevenir situaciones de este tipo, pero no da respuesta una vez se han producido", explicó Javier Oliver, su coordinador. "Este tipo de estafas son frecuentes, pero nunca habíamos visto una a tanta gente".

Según los habitantes de la casa, ayer la policía acudió al domicilio para llevarse un ordenador personal que Toribio abandonó en su precipitada huida. "Uno de ellos nos ha dicho que le han congelado una cuenta al estafador y que cuando todo esto termine nos podrán devolver el dinero. Ojalá", explicaba esperanzada una de las mujeres afectadas.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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