Policía y Guardia Civil han detenido a 29 personas desde el inicio de la ola de incendios

El brigadista antiincendios detenido en la madrugada del pasado sábado en las proximidades del casco urbano de Ourense tenía en su domicilio 84 plantas de cannabis y tres bandejitas con restos de marihuana. En el vehículo oficial que usaba para su trabajo fue hallada una mochila con una treintena de ramitas de saúco, cuyo interior es muy absorbente, que la policía está investigando si podían ser empleadas para provocar fuegos. Hasta ayer habían sido detenidas 29 personas por su presunta implicación en la cadena de incendios que sufre Galicia desde el pasado día 4.

Julio P. D., de 38 años, natural de Caracas (Venezuela), pasará hoy a disposición judicial tras ser capturado por unos vecinos del barrio de Pino cuando circulaba en un Renault 18, con las luces apagadas, instantes después de que se registrase una pequeña explosión y un foco de fuego en esa zona. Ya antes había sigo seguido por un automovilista que sospechó de él tras verle en una gasolinera, vestido con la ropa de brigadista, a la vez que portaba una garrafa de plástico con combustible.

El Cuerpo Nacional de Policía registró la casa del detenido, situado en Celanova (a 35 kilómetros de la capital orensana), donde fue descubierto un invernadero con 84 macetas de cannabis, varias garrafas de gasolina y un bote de líquido inflamable. Además, en un vehículo que Julio P. D. solía utilizar en su trabajo fue hallada una mochila con varias decenas de ramitas de un arbusto, posiblemente saúco, de 10 centímetros de longitud cada una. La policía ha comprobado que estos palitos son de tipo suberoso (similar al corcho), muy absorbentes, por lo que son susceptibles de ser empapados en combustible y ser usados para iniciar un fuego. "Esto es sólo una hipótesis", recalcó una fuente de la investigación.

La policía ha comprobado que Julio había comprado pequeñas cantidades de gasolina (un euro) en una estación de servicio de Ourense. Pero un hermano del detenido, también brigadista en Celanova, aseguró a EL PAÍS que su hermano solía actuar así porque "tiene picado el depósito del coche y no podía echar más cantidad porque la perdía".

El supuesto incendiario, que hoy pasará a disposición judicial, había sido contratado para integrar la brigada contraincendios de San Cibrán das Viñas (Ourense) por tres meses, coincidiendo con la etapa de alto riesgo estival. En años anteriores había sido contratado para un trabajo similar en los municipios de Bande y Verín (Ourense), según el mismo familiar. Fuentes sindicales indicaron que un peón de una cuadrilla contraincendios de la Xunta cobra una media de 1.000 euros al mes.

Aparte de Julio P. D., han sido detenidos en las últimas dos semanas otros dos integrantes de cuadrillas contraincendios: J. R. C. P, de 32 años, contratado por el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños (A Coruña), y D. N. S., un miembro de una brigada de la empresa pública Tragsa en Pazos de Borbén (Pontevedra). Por otra parte, J. L. M., de 73 años, detenido el domingo en su casa como presunto autor de un incendio en el barrio de la Inmaculada (Ourense), ingresó ayer en prisión. El septuagenario fue denunciado por vecinos que dijeron que le habían visto plantar fuego en unos hierbajos cercanos a su casa.

Hasta anoche habían sido arrestadas 29 personas (21 por la Guardia Civil, cuatro por el Cuerpo Nacional de Policía y otros cuatro por la llamada policía autonómica) por su implicación en la ola de fuegos en Galicia. En ningún caso se ha constatado su relación con organizaciones criminales o tramas oscuras, según fuentes de la Seguridad del Estado.