"Somos una potencia mundial"

Los héroes de las dos últimas jornadas de los Europeos de Gotemburgo aterrizaron ayer en Madrid. Seis atletas cuyos cuellos lucían, orgullosos, siete de las once medallas conseguidas por la delegación española en tierras suecas. Jesús España, Juan Carlos Higuero, Chema Martínez, Juan Carlos de la Ossa, Julio Rey y Mercedes Chilla llegaron sobre la una de la tarde a Barajas.

Ambiente familiar, sobre todo para el nuevo campeón de Europa de los 5.000 metros. Decenas de vecinos de la localidad madrileña de Valdemoro, amigos y compañeros de su club de la infancia, se acercaron al aeropuerto para jalear a Jesús España. "Ya hicieron algo similar cuando gané la medalla en Viena [en el Campeonato de Europa en pista cubierta, en 2002], y me esperaba algo", declaró, entre los gritos de "¡Que viva España!" de sus correligionarios. "Esto es emocionante, tengo la piel de gallina". Tras una lucha constante por superar sus continuas lesiones en estos últimos tres años, España quiso agradecer el apoyo a sus seguidores y a su familia. "Son ellos los que están siempre ahí, apoyando". Calificó la actuación del combinado español de "muy buena". Y se mostró prudente: "La medalla no me va a cambiar la vida". Tanto es así que incluso se plantea participar en la reunión de Zúrich del viernes, antes de cerrar la temporada en septiembre. "Tengo que pensarlo estos días", dijo.

Juan Carlos Higuero, bronce en 1.500 y 5.000, fue más efusivo a la hora de hablar del trabajo desarrollado por la selección en Gotemburgo. "Somos una potencia mundial", manifestó el burgalés, con su habitual arrojo. De su actuación individual, Higuero se mostró satisfecho con su doble premio. "Fui a por dos medallas y estoy muy contento". A sus 28 años, miró hacia el futuro y se mostró confiado acerca de sus posibilidades en futuros eventos, a cuatro años vista del próximo Campeonato de Europa, que se celebrará en Barcelona. "Estoy en plena madurez y pienso volver a doblar allí".

Plata y bronce en la final de los 10.000, Chema Martínez y Juan Carlos de la Ossa también posaban exultantes con sus metales al cuello. Al de Cuenca, sin embargo, su tercer puesto le ha podido salir algo más caro, ya que está pendiente de recibir los resultados de una resonancia magnética que pueden confirmar una fractura que le impediría participar en el próximo maratón de Berlín.

Un recuperado Julio Rey, que a punto estuvo de no poder correr el maratón por una inoportuna gastroenteritis, se mostró orgulloso de su tercer puesto. "Pensaba que no sería capaz de correr ni un kilómetro, así que el bronce es un gran resultado".

Pero sin duda era Mercedes Chilla quien irradiaba mayor felicidad. Con cara mezcla de asombro y alegría, todo expresividad, la jerezana confesó sentirse "superada por los acontecimientos". No en vano, esta atleta de 26 años, bronce en jabalina, se convirtió el domingo en la primera medalla española de la historia en lanzamientos en un gran campeonato al aire libre. "Me salió el tiro", dijo entre risas.