Girona, el nuevo destino de moda

Era una pequeña joya sin pulir, un diamante en bruto que ha empezado a brillar entre las ciudades turísticas europeas con mayor encanto. Las revistas y suplementos de viajes extranjeros cantan sus virtudes y la incluyen en los circuitos más cool, un circuito que continúa hasta Olot, con el espectacular hotel de cristal proyectado por el equipo de arquitectos RCR en el recinto del restaurante Les Cols, objeto de un reciente artículo en The New York Times.

El mayor templo gastronómico de Girona, El Celler de Can Roca, va a reinventarse en un nuevo espacio; se ha inaugurado el primer hotel de cinco estrellas de la ciudad, de la firma AC, y algunas pensiones han iniciado su reconversión para intentar captar a ese nuevo turismo que acostumbra a llegar en los aviones de Ryanair. La aerolínea irlandesa, que en pocos años ha instaurado más de una veintena de conexiones diarias con ciudades europeas desde el aeropuerto de Girona, ha contribuido decisivamente a dar el espaldarazo a una ciudad que todavía tiene el poder de sorprender a sus visitantes.

El grueso turístico todavía no hace noche en Girona. Se la considera, en el argot turístico, una city break, un enclave perfecto para visitar en medio día, como complemento a un congreso o a una mañana de playa. Los autobuses aparcan muy cerca del centro y los viajeros se encaraman por el bucólico casco antiguo. Llegan a la cima boquiabiertos: por el esfuerzo de la subida, por la magnificencia de la catedral, o ambas cosas. Las casas multicolores del río y la escalinata barroca ante la fachada de la catedral son los escenarios memorables de la visita. Pero empieza a imponerse un tipo de turismo cultural de ritmo más lento, que disfruta con placidez de la oferta cultural y gastronómica de la ciudad.

Joan Niega, comerciante del casco antiguo, dice que estos visitantes le preguntan a menudo por un restaurante o una pensión. "Es un nuevo tipo de turismo que no existía antes de los vuelos de Ryanair", asegura.

La reciente apertura del hotel Palau de Bellavista, del grupo AC hoteles, marca el camino de los nuevos hoteles de alta calidad. Y en el capítulo de nuevos equipamientos, la ciudad ha inaugurado un espectacular Auditorio-Palacio de Congresos, proyectado por Jordi Bosch, Joan Tarrús y Manel Bosch, con una sala sinfónica de excelente acústica con 1.246 plazas. El recinto, con otras dos salas de 400 y 180 butacas, tiene todavía por explotar muchas posibilidades. El Cartoon Forum, uno de los acontecimientos programados, reunirá el año próximo a unos 800 profesionales europeos del mundo de los dibujos animados.

En el apartado gastronómico, los más sibaritas deben peregrinar a las afueras por la carretera de Taialà, donde el templo de los hermanos Roca ejerce su poderosa atracción. El futuro traslado del restaurante El Celler de Can Roca a la masía que hasta ahora albergaba los banquetes marca el camino, según algunos expertos, para conseguir una tercera estrella Michelin.