No te olvides la toalla

- 1986. Una potencia bombardea Irak, que en aquellos tiempos igual se llamaba Libia. Los malos se cargan a Olof Palme, que ahora igual no tiene nombre. Explota el Challenger, lo que supuso un retraso en la carrera espacial, que explica que aún no haya ningún astronauta de, pongamos, Bangladesh. Prosigue el GAL France Tour. Referéndum de la OTAN. Gana el mismo resultado que en todos los referendos españoles del siglo XX. Meditación: si quiere que una/o señorita/o le diga sí, organice un referéndum. Posteriormente, segunda mayoría del PSOE, por si no había quedado claro. Para liarlo más, la canción del verano es No te olvides la toalla, de los Puturrú de Fuá.

- EL AGRO-POP. Los Puturrú de etcétera. eran un grupo aragonés, nacido a finales de los setenta, como casi todo. Cantaban canciones garrulo-guarri-políticas, en la estela de La Trinca. En No te olvides de la etcétera, -estribillo: "wo wo wo, sha la la, ye ye ye ye"; climax estético: "Dice, ven a bailar, me dice / donde pongan a Police"-, realizaban con la canción del verano lo que dos décadas antes había hecho Juan XXIII con el catolicismo. Un aggiornamento / la ITV. La Trinca, ya aludida, aún no estaba, por cierto, en la órbita O. T., sino en la cosa O.TAN. Triunfaba con una canción en la que se reían del cambio de afinidades electivas del PSOE al respecto. Un cambio que había suscitado poco cachondeo. Es más, había dibujado una de las características de la cultura española / las canciones del verano posteriores a esa fecha.

- LA AGRO-COSMOVISIÓN. En el 82, la cultura era radicalmente anti-atlantista. En el ínterin 1984-86 giró hacia todo lo contrario. Salvo Antonio Gala y su perrito Troilo, ejemplos nada edificantes. El primer proto-intelectual que se definió a favor de la OTAN fue, evidentemente, un cantautor. Utilizó los mismos argumentos que utilizaba el Gobierno. Sin OTAN no había CEE, sin CEE había inestabilidad, con inestabilidad había golpe de Estado. El resto de intelectuales que fue firmando manifiestos, fue utilizando la misma ecuación. La ecuación dibujaba una cultura al servicio de la cohesión y la estabilidad, y no, pongamos, al servicio de la cultura, que acostumbra a ser lo contrario. Nacía una cultura única en Europa. Percibida ya hacía un tiempo. Unos años antes, de hecho, se había celebrado un encuentro de intelectuales alemanes y españoles en Madrid. La cosa acabó a la greña, con un enfrentamiento entre Juan Benet y Günter Grass. Benet defendía que el intelectual no debe mantener ningún tipo de compromiso. Ahora se intuía que el único compromiso del intelectual en España, será el Estado. Con lo que el Estado denomine cohesión y estabilidad en cada momento.

- NO SÉ USTED. Tengo 21 tacos. Elecciones. Me toca pringar en una mesa. Hay un altercado. Una familia quiere que su hijo, síndrome de down, vote. No le dejan. Como presi, autorizo su voto. Es posible que aquel ciudadano no pueda discernir lo que vota. Pero yo mismo tampoco me encuentro muy bien. Antes del recuento, los interventores de los partidos gubernamentales -dos, el estatal y el autonómico-, gatos pardos y con mucha mili electoral, abogan con mucho interés para que no se cuenten como nulos los votos en los que, por error, se han introducido varias papeletas iguales. Digo que OK. Error. A lo largo del día no han dejado de venir abueletes, a votar por el partido del gobierno, que es lo que llevan haciendo toda la vida. Se te plantan delante y te dicen: quiero votar al gobierno. Yo les digo que tenemos la tira de gobiernos. En el recuento se identifican sus votos porque meten la tira de papeletas en los sobres. Creen que se contabilizarán como la tira de votos. Son la estabilidad y la cohesión. También son, posiblemente, el franquismo. Quiero irme a casa / mi época. Inter-rail. En Manchester mi época me dice lo mismo que en España, a través de una bella canción: Take me out tonight. Es decir, sáquenme de aquí.