Hillary Clinton, al Museo del Sexo

Si le pidieran que adivine quién de los Clinton ha quedado inmortalizado en el Museo del Sexo de Nueva York, es posible que piense, inmediatamente, en el incidente entre el ex presidente Bill Clinton y su becaria estrella, Monica Lewinsky. Se sorprendería al saber que su esposa, la senadora Hillary Clinton, favorita para ser la candidata demócrata en las elecciones presidenciales de 2008, ha ganado esta mano a su marido.

El artista Daniel Edwards desveló el miércoles pasado en la ciudad de los rascacielos una escultura sexy de la senadora por el Estado de Nueva York, llamada Busto presidencial de Hillary Rodham Clinton: la primera mujer presidente de Estados Unidos. En esta obra, Hillary es retratada de una forma distinta, incluso para el mundo de los bustos, pues Edwards la inmortalizó con un sujetador.

El trabajo de Edwards es controvertido. En 2005 creó una escultura de Britney Spears llamada Monumento a pro vida: el nacimiento de Sean Preston, en la que la intérprete de Crazy aparecía arrodillada sobre un alfombra de piel de oso dando a luz a su primogénito. La motivación de Edwards para esa escultura fue que Spears sacrificó su carrera artística para tener un hijo.

Para el busto de la senadora Clinton, Edwards se inspiró en unas declaraciones de la actriz Sharon Stone, quien a principios de este año dijo: "Creo que Hillary Clinton es fantástica, pero es demasiado pronto para que se postule para la presidencia. Puede sonar raro, pero una mujer debe de haber dejado atrás su sexualidad para ser candidata presidencial. Hillary todavía tiene un gran atractivo sexual y no creo que la gente lo acepte. Es demasiado amenazador", dijo la protagonista de Instinto básico.

Edwards describe su creación como una imagen de Clinton "con la cara en alto, un espíritu juvenil y un rostro maduro y lleno de sabiduría. Luciendo una prenda de corte bajo, su escote proyecta un poder sexual que mucha gente todavía considera como amenazador", dijo Edwards el pasado 26 de julio.

"Exhibir una escultura que impulse el debate sobre el poder sexual que rodea una posible presidencia de Hillary Clinton está dentro de los postulados de este centro", dijo Daniel Gluck, director del Museo del Sexo. "La obra de Edwards muestra a Clinton como una posible presidenta que a la vez es un ser sexual. Da el mensaje de que una mujer no tiene que reprimir su sexualidad para triunfar como un líder mundial".

Una portavoz de Hillary Clinton no quiso hacer comentarios sobre la obra de arte, ni sobre las declaraciones de Stone acerca de las posibilidades presidenciales de la senadora.