Oliveira se queda sin final con el São Paulo
El presidente del Betis, José León, escribió ayer al São Paulo para notificarle su negativa a prorrogar el contrato de cesión de Ricardo Oliveira hasta el próximo día 17, uno después de que se dispute el partido de vuelta en la final de la Copa Libertadores que enfrenta al equipo paulista con Internacional de Porto Alegre, contra el que anteayer perdió (1-2) en la ida. El jugador deberá presentarse mañana en el club andaluz. Según el Betis, en el contrato de cesión se incluyó una cláusula en la que se fijaba una multa de un millón de euros por cada día de retraso.
El Betis no acababa de fiarse ni del São Paulo ni del propio jugador, que llegó a asegurar que nadie conseguiría impedirle quedarse porque: "Ya no son tiempos de esclavitud". El club brasileño envió al representante Luiz Vianna para negociar con el club verdiblanco. El Betis sostenía que no había lugar a una nueva cesión, ya que este tipo de contratos tienen un periodo mínimo de tres meses. Vianna propuso solicitar una prórroga extraordinaria y pedir autorización a la Confederación Brasileña (CBF), la FIFA y la Conmebol.
El São Paulo consiguió el visto bueno de la CBF, pero no llegó el comunicado de la Conmebol, por lo que el club sevillano -a pesar de que hasta Irureta veía "lógico" que se quedara hasta la final- ha decidido no arriesgarse a quedarse tres meses sin el delantero.
La reacción del futbolista es una de las incógnitas que se abren ahora. Oliveira se lesionó en el partido de Liga de Campeones que disputaron el Betis y el Chelsea en noviembre en Sevilla. Se rompió dos ligamentos y parte de la cresta tibial. Los médicos del Betis le aseguraron que no volvería a jugar hasta la actual pretemporada pero Oliveira no se lo quiso creer y aseguró que se recuperaría a tiempo para el Mundial de Alemania. El club prefirió fiarse de sus médicos y hasta llegó a dar su ficha de baja para hacerle sitio a Tardelli. Pero Oliveira se recuperó y el 13 de abril firmó su cesión hasta ayer mismo. El delantero adoptó un sentimiento de gratitud hacia el São Paulo y cuando pasó una revisión en Sevilla antes del verano ya insinuó su deseo de quedarse hasta diciembre.
Este no es el primer encontronazo entre Oliveira y el Betis. En 2003, el delantero llegaba del Santos para fichar por el Betis, pero sus agentes decidieron aceptar una oferta del Valencia y plantar a los sevillanos. En 2005, ya en el Betis, Oliveira vio desde la grada el partido de ida de la previa de la Liga de Campeones contra el Mónaco. En la vuelta y tras solucionar un asunto de cobro, el brasileño marcó los dos goles que le dieron al Betis el pase a la Champions. Tampoco se puede olvidar su compromiso con el Betis cuando jugó -y marcó- la final de la Copa del Rey apenas unas horas después de un vuelo trasatlántico tras jugar con su selección.
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