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MÚSICA

La plaza Mayor se convierte en un foro al servicio de la paz con la 'Novena sinfonía' de Beethoven

Hace dos años fue por las víctimas del atentado de Atocha, el año pasado, por las del metro de Londres; y este año, para pedir que cesen las hostilidades en Oriente Próximo entre las milicias de Hezbolá y las venganzas desproporcionadas del ejercito israelí al sur del Líbano.

Daniel Barenboim vuelve esta noche a la plaza Mayor de Madrid para poner la música al servicio de la paz. La Novena sinfonía, la última que compuso el genial Ludwig van Beethoven, es la obra elegida de nuevo para esa reivindicación de la tolerancia y el encuentro entre distintas culturas.

Para que el acontecimiento tenga mayores connotaciones simbólicas, se añade que Barenboim dirigirá a la West-Eastern Divan, una orquesta formada por jóvenes músicos instrumentistas esencialmente palestinos e israelíes, aunque también hay españoles, jordanos, libaneses y de otros países cercanos a la región en conflicto.

La West-Eastern Divan, cuyo nombre es un reconocimiento a la colección de poemas de Johann Wolfgang von Goethe, el escritor alemán que se interesó por aprender árabe cuando tenía más de 60 años, se fundó hace media docena de años gracias a la unión del propio Barenboim con el escritor Edward Said.

Palestinos e israelíes

Barenboim tiene la doble nacionalidad argentina e israelí. Said, era palestino. Sus textos y pensamientos, poco cómodos tanto para los propios palestinos como para los israelíes, provocaron un cambio de actitud hacía el conflicto judío árabe por parte de otros intelectuales de todo el mundo. Clamó por la tolerancia y en contra de muchas de las acciones de los sucesivos gobiernos israelíes, sin dejar de ser crítico también con algunas otras de la propia Autoridad Palestina, que presidía entonces Yasser Arafat. Una leucemia acabó con su vida en Nueva York a finales de 2003.

Beethoven tampoco escribió su Novena, en los mejores días de su vida. Por eso la carga emocional es aún mayor. La Novena pasa por ser una de las obras fundamentales de la historia de la música.

Enormemente popular, para tratarse de eso que llaman clásica, es fácilmente reconocible hasta por públicos no iniciados en la materia. Beethoven la escribió inmerso en un sin fin de problemas, de índole personal y afectivo, y hasta económico, con deudas por todos los lados. Sin embargo, está considerada como uno de los cantos más hermosos a la vida y a la fraternidad.

Barenboim ya dirigió la Novena hace poco más de un año en el mismo lugar que vuelve a hacerlo esta noche. Entonces fue con la Orquesta y Coro Staaskapele Berlín, otro año después de haber dirigido ahí también la Sinfonía número 3 en mi menor, del propio Beethoven.

Canto a la vida

La Novena, con su célebre Oda a la alegría como cuarto y último movimiento, adquirirá esta noche con la West-Eastern Divan un significado especial. Hace unos días, el director decía que sus miembros deben de tener "un pensamiento casi terco de creer que la paz es posible". Muchos de ellos reconocen estos días, en la multitud de reportajes y entrevistas en diversos medios de comunicación, que no entienden cómo si entre ellos se llevan tan bien dentro de la orquesta, puede ser posible que sus respectivos pueblos vivan enfrentados.

La West-Eastern Divan es la parte más visible de la Fundación Barenboim-Said que promueve la Junta de Andalucía, y quiere resaltar el valor de la música como vehículo de paz y reconciliación. Para esta noche, además, cuentan también con la ayuda del Orfeón Donostiarra en los coros y partes cantadas.

Daniel Barenboim con la West-Eastern Divan y el Orfeón Donostiarra: Novena sinfonía, de Beethoven. Hoy en la plaza Mayor a las 22.00. Gratis.

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