Foto de verano en Marivent
A su regreso de Colombia, el príncipe Felipe posó para el tradicional retrato de verano junto al resto de la familia real
"¡Nos hemos librado de la lluvia!", exclamó el Rey al término de la sesión fotográfica que la Familia Real en pleno ofreció ayer por la tarde en el patio del Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. Durante toda la jornada, el mal tiempo amenazó con obligar a suspender la cita con los medios de comunicación, más multitudinaria que nunca. Hacía ya varios años que no se daba la imagen conjunta de los quince miembros de la Familia Real. Y, por primera vez, la Infanta Leonor posaba junto a todos sus parientes. Una vez más, los nietos volvieron a ser las estrellas del evento.
El cielo se aclaró del todo media hora antes de que Juan Valentín, el hijo mayor de la Infanta Cristina, se asomase de escondidas por la puerta principal del palacio. Pero fue por uno de los accesos laterales del edificio por donde aparecieron, pocos minutos después, Don Juan Carlos y Doña Sofía, seguidos del Príncipe Felipe -quien llegó por la mañana de su viaje por Colombia- y la Princesa Letizia, que llevaba en brazos a la Infanta Leonor. A continuación se sumaron al grupo la Infanta Elena y la Infanta Cristina, acompañadas de Juan de Marichalar e Iñaki Urdangarín, respectivamente, y rodeadas de sus hijos. Al ver la larga fila de periodistas que les esperaba, el Rey no pudo reprimir un "Dios mío, qué cantidad de gente".
Durante el encuentro, la Infanta Irene, hija menor de la Infanta Cristina, fue la que se mostró más activa. Sus primeros intentos de hablar y su expresividad al señalar y sonreír a quienes le rodeaban contrastó con la tranquilidad que demostró la Infanta Leonor. La hija de los Príncipes de Asturias se limitó a contemplar atónita a la multitud de fotógrafos y camarógrafos que se apiñaban frente a ella. Sólo al final dio muestras de cansancio, con varios lamentos y buscando en todo momento la compañía de su madre.
Pequeños aburridos
La Reina, a su vez, trataba de poner orden y reclamaba que alguno de sus nietos se colocara delante de ella para la fotografía familiar. Froilán, hijo mayor de la Infanta Elena, fue el primero en alborotar la estampa cuando, a los pocos minutos, comenzó a resoplar de aburrimiento.
Más tarde, su primo Miguel optaba por sentarse en un parterre cercano, lo que provocó el asombro del Rey. Mientras le preguntaba a su nieto si se encontraba cómodo en esa posición, el monarca rompió filas y acudió a saludar, uno a uno, a los más de sesenta periodistas y reporteros gráficos presentes en el acto. Le siguieron todos los miembros de la Familia Real. Los niños aprovecharon entonces para sacudirse la modorra y comenzaron a perseguirse por los jardines de Marivent hasta que, a regañadientes, volvieron a entrar al palacio de la mano de sus padres.
Los Reyes permanecerán en Mallorca ininterrumpidamente hasta finales de agosto, mientras que los Príncipes de Asturias y las Infantas repartirán su tiempo de vacaciones entre la isla y otros puntos de la geografía española. Una vez finalizadas las regatas de la Copa del Rey de vela, Don Juan Carlos continuará despachando los asuntos habituales de su agenda en el Palacio de Marivent.
Desde que trasladó su residencia a Mallorca, el Rey ha encontrado tiempo de sus vacaciones para recibir al presidente de la Generalitat de Catalunya, Pascual Maragall, al presidente de Canarias, Adán Martín y al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El pasado 31 de julio se celebró la primera de las tradicionales reuniones estivales entre el monarca y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un encuentro que se repetirá el próximo 30 de agosto.
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