Cinco incendios siguen activos en Girona
El Departamento de Interior catalán solicitó ayer cuatro hidroaviones a Francia
Ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora empujaron el fuego a toda velocidad hacia el sur y obligaron a cortar las dos principales arterias de comunicación norte-sur de Cataluña: la carretera nacional II y la autopista AP-7, además de algunas carreteras secundarias.
Desbordado por éste y los otros tres incendios que se mantienen activos en el Empordà, el Departamento de Interior pidió ayuda al cuerpo de Bomberos de Francia, quien respondió con el envío de cuatro hidroaviones de alta capacidad. A las cuatro horas de vida, el fuego ya había calcinado cerca de 300 hectáreas.
Las llamas no alcanzaron el núcleo urbano de Capmany, pero muy pronto se procedió a desalojar el centenar largo de residentes de la casa de colonias Els Estanys, del cámping Les Pedres, y de las masías situadas en los alrededores del núcleo de Capmany. En las horas siguientes, los Mossos d'Esquadra dictaron órdenes de desplazamiento preventivo para unas 400 personas, de cinco municipios: Capmany, Biure d'Empordà, Vilarnadal, Pont de Molins y Llers.
El humo no permitía cruzar las vías y por este motivo se habilitó el pabellón polideportivo de Figueres para acoger a los desplazados del lado derecho de la carretera, y se sugirió a los del lado izquierdo que se trasladaran al pueblo de Terrades, afectado por el incendio del viernes en Cistella.
La interrupción de la circulación en la autopista y la carretera nacional generó un caos importante, con retenciones de hasta 20 kilómetros en ambos sentidos de la AP-7. Desde Francia no se permitió atravesar la frontera ni por el Pertús ni por la autopista desde que se declaró el incendio.
El director del Servicio Catalán de Tráfico, Rafael Olmos, hizo un llamamiento a la población pidiendo que nadie cogiese su vehículo para desplazarse en sentido norte si no era absolutamente necesario. Los turismos que tenían que cruzar la frontera fueron desviados por la carretera de Llançà (N-260), mientras que los camiones fueron inmovilizados en Vilamalla, dada la imposibilidad de desviarlos por esta carretera llena de curvas en su tramo final.
Los Bomberos de la Generalitat desplazaron a Capmany 60 vehículos terrestres y 18 aéreos, controlados desde el centro de mando avanzado establecido en la sede de la policía municipal de Figueres.
En su comparecencia de las 18.30 horas desde el Centro de Mando Avanzado establecido en Figueres, la consejera de Interior, Montserrat Tura, recordó que se mantenían retenes en los fuegos de Sant Climent Sescebes, Cistella y Ventalló. Según Tura, esta circunstancia limitaba la capacidad de respuesta ante el fuego de Capmany.
