"El monte ya se ha perdido; ahora importan las casas"
El olor a quemado y la lluvia de ceniza se han convertido en los últimos días en una constante para los habitantes de los municipios próximos a Santiago, donde el sol se ha visto oscurecido por el humo de los incendios. Muchos vecinos han sentido muy de cerca la amenaza del fuego en una zona cuajada de chalés y pequeños núcleos de población rodeados de montes. La acumulación de incendios de gran intensidad en distintos puntos de Galicia ha convertido a los medios aéreos en un bien escaso y ha obligado a los vecinos a convertirse en bomberos improvisados para impedir que el fuego alcance las casas.
Éste es el caso de los vecinos de la parroquia de Portor, en el municipio de Negreira, que anoche aún esperaban a que un cambio de viento no llevase las llamas hacia sus viviendas. La aldea está formada por pequeñas casas de piedra o de cemento. Pese a que el fuego no anda lejos y ya ha amenazado a otras viviendas cercanas, los vecinos no parecen demasiado alarmados. Eso sí, el trasiego es constante y los más jóvenes acercan depósitos de agua con tractores a primera línea de fuego.
La Policía Local y una patrulla de la Guardia Civil se encargan de vigilar el fuego y de comprobar si hay que evacuar la aldea. Uno de los policías explica que el fuego procede de un incendio que comenzó el día antes en el municipio colindante de A Baña y que ahora la prioridad es evitar que el fuego llegue a las casas. "Lo que se está quemando en el monte ya lo damos por perdido. Ahora los medios se concentran para que el fuego no llegue a las viviendas", dice el agente, que se encoge de hombros cuando se le pregunta por los medios aéreos: "Supongo que están ocupados en otros incendios. No hemos visto ninguno".
Sin medios aéreos
Lo cierto es que llama la atención la ausencia de estos medios durante el pasado fin de semana en una zona muy poblada, ya que en ella se concentran núcleos de población y urbanizaciones donde residen personas que trabajan en Santiago. Los problemas comenzaron el viernes con un gran incendio que se desató en el municipio de Ames y que el sábado se extendió por Teo, Brión y Rois. Durante el fin de semana fue cortada en distintos momentos la carretera que une Santiago y Noia, una vía muy transitada durante el verano, ya que es la que conecta la capital gallega con las playas más cercanas.
Aunque el tiempo extremadamente seco es uno de los factores que aumenta el riesgo de incendios, el fuego también se produce por causas más pintorescas como la explosión de un artefacto pirotécnico para celebrar una fiesta local que originó un pequeño incendio en Brión. Tuvieron que actuar como bomberos los miembros de un grupo musical que amenizaba la jornada festiva.
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