El arsenal de los tramposos

Estas son y así funcionan las sustancias más consumidas para mejorar el rendimiento deportivo.

- Eritropoyetina (EPO). Es una hormona que produce naturalmente el cuerpo humano. La liberan los riñones y actúa en la médula ósea, donde estimula la producción de glóbulos rojos. Se usa para aumentar la resistencia, ya que un aumento de glóbulos rojos supone un aumento en la capacidad de transportar y consumir oxígeno. También tapona la subida del ácido láctico, muy doloroso y limitador del rendimiento en las pruebas de velocidad.

- Efectos adversos. La EPO espesa la sangre, lo que conduce a un aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, trombosis y embolia pulmonar y cerebral. La EPO recombinante -la versión sintética de la hormona fabricada por el organismo- es detectable desde 2000 mediante análisis de orina, aunque las nuevas técnicas de uso -microdosis cotidianas- hacen muy difícil su detección.

- Positivos famosos con EPO: Roberto Heras, ganador de la Vuelta 2005.

- Transfusiones de sangre. Mediante las transfusiones homólogas -sangre del mismo tipo pero de distinta persona- o autólogas -sangre de la misma persona que se extrae semanas o meses antes de su reinfusión y se mantiene refrigerada o congelada- el deportista consigue los mismos efectos que mediante una inyección de EPO: aumentar la cantidad de glóbulos rojos en la sangre y, por lo tanto, la capacidad de transporte de oxígeno y la resistencia. Su práctica, común y permitida en los años 70 y primeros 80, y prohibida a partir de 1984, cayó en desuso a finales de los 80 tras el descubrimiento de la EPO recombinante. El método, sin embargo, recuperó utilidad a partir de 2000, cuando comenzó a detectarse la EPO en los laboratorios antidopaje. Las transfusiones homólogas son detectables, no así las autólogas.

- Positivos famosos por homotransfusión: Tyler Hamilton (campeón olímpico en Atenas 2004).

- Hormona y factores de crecimiento. La glándula pituitaria, en la base del cerebro, sintetiza y secreta la hormona del crecimiento (GH), que estimula al hígado y a otros tejidos para producir el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1), sustancia natural que, a su vez, estimula la producción de células cartilaginosas, lo que, en suma, resulta en el crecimiento óseo y muscular. La GH y el IGF-1 se usan, como los anabolizantes, para aumentar la masa muscular -fuerza y potencia- así como para ayudar a la eliminación de las grasas.

- Efectos adversos: diabetes en personas proclives, empeoramiento de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, acromegalia -crecimiento desmesurado de las extremidades- y acortamiento de la esperanza de vida.

Desde 2004 existe un test en sangre para la detección de la GH, pero su utilidad es limitada. Detecta sólo la GH tomada pocas horas antes y la producción de matrices sanguíneas y anticuerpos necesarios para su uso es muy escasa. No ha habido positivos por GH

- Esteroides anabolizantes. Derivados de la testosterona, la hormona masculina, secretada por los testículos, que, aparte de efectos masculinizantes -voz, vello-tiene efectos anabolizantes, esto es, aceleran la síntesis de las células musculares. Los más conocidos de entre los anabolizantes sintéticos son la nandronolona, el estanozolol y la testosterona.

Los anabolizantes estimulan la masa muscular, fundamental en las disciplinas de velocidad, fuerza y potencia. Así mismo, ayudan en la recuperación, lo que permite sesiones de entrenamiento más fuertes y continuas y, en competición, la repetición de grandes esfuerzos varios días seguidos. También incrementan la agresividad, la competitividad y la concentración. Su abuso produce dependencia.

Los anabolizantes son fácilmente detectables en los controles, por lo que los expertos en su uso han perfeccionado las fórmulas para su ingesta. Son habituales en los periodos de entrenamiento, en los inviernos previos a la temporada competitiva, y, durante la competición, se usan en pequeñas dosis para mantener sus niveles en el cuerpo por debajo del umbral de alarma.

- Positivos famosos por anabolizantes: Ben Johnson (campeón olímpico de atletismo en 1988), Justin Gatlin (campeón olímpico en 2004), Floyd Landis (ganador del Tour 2006), Gurpegui (futbolista del Athletic).