Mujeres sin pecho

Los médicos proponen, como cirugía psicológica al operar de cáncer, la reconstrucción inmediata de mama. Lo leo a Marta Richart, en La Vanguardia. Estoy de acuerdo. El doctor Estapé, buen cancerólogo, me permitió asistir a unas sesiones de terapia de grupo, con permiso de las pacientes, entre mujeres a las que se había extirpado un pecho. Salí tan hecho polvo que una de aquellas mujeres me invitó a un café para animarme. Mujeres que se sentían mutiladas en una parte importante de su cuerpo. Juana, explicando que a partir del día que le extirparon un pecho pasó por un periodo en el que se sintió fascinada por revistas en las que aparecían desnudos de mujer. Quejas por la falta de ayudas psicológicas antes de la operación. Montserrat, rememorando que mientras se duchaba, antes de bajar al quirófano, le dio un beso al pecho y se despidió de él diciéndole "Adiós, ya no te veré más". Esposas reconociendo que a ellas, pero sobre todo a sus maridos, les costó recuperar la normalidad sexual. Luisa recordando lo duro que fue el regreso a casa para alternar la quimioterapia con la dureza de la vida cotidiana, mientras de forma inconsciente se palpaba el busto en busca del pecho perdido. Itinerario vital de angustia ante el futuro, miedo a mirarse en el espejo, ganas de vivir, preguntarse si vale la pena pasarse otra vez por el quirófano para implantarse un pecho de silicona. Si la medicina quirúrgica no hubiese sido en el pasado tan masculina, se habrían extirpado menos mamas, me dijo la psicóloga del grupo.