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MÚSICA

Radio Tarifa revoluciona los Proms con su mezcla de estilos

Radio Tarifa protagonizó el concierto más revolucionario de la historia del festival londinense. Uno no es un experto en el asunto, pero sí un disfrutador nato. Así que el viernes por la noche se metió en el Royal Albert Hall a escuchar en los Proms, quizá el menos convencional de los conciertos del festival londinense en sus 112 temporadas de vida y el más curioso del grupo -que dejará de existir tras una actuación en Aranda de Duero el 12 de septiembre-. Entre el público, muchas caras nuevas, mucha juventud, fotos a todo pasto, parejas de tortolitos en arrobo multirracial, entre ellos una especie de Capitán Tan con pichi corto que no se pierde una -faltó, eso sí, un prommer clásico, el que va vestido de ciclista-. El que no callaba era uno -español debía ser por el acento- que pedía todo el rato a Benjamín Escoriza que se quitara las gafas negras, que son su sino. El jefe de la banda acabó por contestarle como se merecía: "¡Que me dejes!". También habló un poquito en un inglés de Almodóvar, preguntando si disfrutaban: "It's all right?" (¿está todo bien?). Benjamín es un crack. Iba hecho un pincel -sus solapas y vueltas de los bolsillos de la americana refulgían en el escenario- y es el rey del gesto espasmódico bien medido. Con La canal supo hacerse el amo de un cotarro que es demasiado estreñido para estas cosas. El público, sólo al final, se dio cuenta de que lo que había oído era de primera clase y lo aplaudió a la manera de los Proms: dando patadas en el suelo en un crescendo no precisamente rossiniano.

El grupo se paseó por lo mejor de su repertorio y sonaron Osú, El mandil de Carolina, La jota bereber... y, para cerrar, una Tarara explosiva. Esa mezcla que ellos inventaron y que va más allá del dichoso cross-over, y propone la mezcla de culturas que hoy se odian, pero que nos han hecho a los españoles ser como somos. Y, qué quieren que les diga, a mucha honra esa noche. Amir Jon Haddad lo bordó con el oud, como Vincent Molino y Javier Pajariño en los vientos, Jorge Gómez a la guitarra, José Juan Martínez al bajo, y Sebastián Rubio y Serguéi Saprichev a la percusión. Hubo también un momento de desconcierto en las Bulerías turcas.

Toda la primera parte la debía ocupar la anunciada Cheikha Rimitti -la mamie du rai, la gran dama de la música de Argelia-, pero un aviso explicaba que se había muerto a los 83 años y que la sustituiría Dimi Mint Abba, su homóloga mauritana. Modestísima presencia, maravillosa voz y virtuosa del ardin. Bien interesante: natural y simple en el mejor sentido. Lo de Radio Tarifa se hizo corto, casi sin tiempo para calentar al público. Quizá porque la música les estaba explicando qué es lo que une a los que parece que no pueden verse.

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