La oposición al Cuarto Cinturón lamenta que se licite en vacaciones

La licitación por parte del Ministerio de Fomento de las obras del tramo entre Viladecavalls y Terrassa del Cuarto Cinturón ha sido un jarro de agua fría para los contrarios al proyecto. La razón: que el anuncio se ha hecho en vacaciones. Los opositores anuncian manifestaciones para otoño. Mientras, la autovía orbital sigue provocando desencuentros entre los partidos de izquierda.

Los promotores de la campaña contra el Cuarto Cinturón llevan organizando manifestaciones desde 1992. Entre sus motivos para oponerse al proyecto, destacan que la futura autovía significará degradar parte de los pocos espacios libres que aún perduran en el Vallès, una zona con una elevada presión urbanística. En vez de una autovía, reclaman más inversiones para mejorar la red secundaria de carreteras y, sobre todo, liberar los peajes de la AP-7 y la C-16.

Potenciar el ferrocarril es otro de sus anhelos. Piden mejoras en la línea de Renfe entre Mollet y El Papiol, y sobre todo que se empiece a construir el llamado "cuarto cinturón ferroviario", que propone el Departamento de Política Territorial para unir por tren las principales ciudades del área metropolitana: Vilanova i la Geltrú, Vilafranca del Penedès, Martorell, Terrassa, Sabadell, Granollers y Mataró.

Fecha "no casual"

El portavoz de la campaña contra el Cuarto Cinturón, Toni Altaió, considera que "no es casual" que el Ministerio de Fomento haya escogido esta semana para anunciar que saca a concurso las obras del tramo entre Viladecavalls y Terrassa. "Es época de vacaciones y en otoño habrá elecciones, y si se convocan manifestaciones, nos acusarán de politizar la campaña electoral", dice Altaió. El Cuarto Cinturón sigue provocando desencuentros entre las formaciones políticas. El PSC y CiU defienden a capa y espada la construcción de esta autovía, mientras que ERC e ICV la rechazan.

El tramo licitado tiene 4,8 kilómetros. Empieza en la C-16 a su paso por Viladecavalls, bordea Terrassa y finaliza en el norte de la ciudad, en la Riera de les Arenes. Su presupuesto asciende a 62,74 millones de euros y Fomento prevé que las obras finalicen en un plazo de dos años.

En los próximos meses, el ministerio licitará el tramo que unirá Abrera con Olesa de Montserrat y Viladecavalls. En Abrera, el Ayuntamiento ha logrado retocar el trayecto de la autovía inicialmente previsto. Como explica su alcalde, Félix Chico, "tras muchas discusiones, se ha logrado aumentar la distancia que separa la autovía del núcleo urbano", que será de 40 metros. "Pedíamos más, pero no hará falta demoler algunas viviendas como establecía el proyecto inicial".

En el resto de los tramos del Cuarto Cinturón, la situación está más retrasada. El que enlaza Terrassa, Sabadell y Granollers con la AP-7 se encuentra en estudio informativo y se están barajando distintos trazados alternativos.

El propósito de la Generalitat, tal como recoge el Plan de Infraestructuras del Transporte presentado recientemente, es que el Cuarto Cinturón no sea una vía de paso para los camiones alternativa a la AP-7 y a la B-30. El departamento que dirige Joaquim Nadal propone que el Cuarto Cinturón sea una vía orbital, con el fin de que la mayoría de sus usuarios sean los que se desplacen entre las diferentes ciudades del cinturón.