El túnel de Pío XII, inaugurado hace sólo una semana, cierra por las noches

"Siguiendo la filosofía de mi equipo de Gobierno, si una obra está acabada y se puede utilizar, la abrimos", afirmó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, el viernes 27 de julio, cuando inauguró el nuevo túnel de Pío XII, que atraviesa la ciudad de este a oeste desde la M-30 a Monforte de Lemos. Apenas 48 horas después de esa afirmación, el subterráneo ya no se podía utilizar por las noches. Las obras de un túnel gemelo en dirección contraria han impedido el uso nocturno del subterráneo de lunes a jueves, y lo mismo ocurrirá la semana que viene, según el Ayuntamiento.

"Estaba ilusionada por probar el nuevo túnel. Pero, cuando fui a cogerlo el pasado lunes, estaba cerrado por obras", describe indignada María José, una conductora que llevaba 20 meses esperando a que se inaugurase el nuevo tramo subterráneo. El jueves volvió a probar suerte y esta vez sí pudo comprobar cómo el pasadizo le ahorraba mucho camino de vuelta a casa desde el trabajo.

La culpa de que el túnel aparezca y desaparezca la tienen las obras de construcción del subterráneo gemelo, que unirá -a su finalización, prevista para enero de 2007- la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid con la M-30 a la altura del nudo de la Paloma. El alcalde insistió el pasado viernes en felicitar a los responsables de la obra por "hacer posible la inauguración de este subterráneo con 10 meses de antelación frente a las conservadoras previsiones". Además, destacó que la apertura al tráfico "no perturbará el ritmo de las obras del sentido contrario".

Una portavoz de la Concejalía de Urbanismo reconoció ayer que los cierres se han sucedido las noches del martes, del miércoles y del jueves, de doce de la noche a siete de la mañana, para realizar "operaciones" en las obras del túnel gemelo. También anunció que los cierres continuarán de lunes a jueves de la semana que viene por el mismo motivo.

Entre el túnel norte, teóricamente abierto al tráfico, y el sur, en construcción, existen cuatro conexiones habilitadas por motivos de seguridad. Los dos trayectos, de tres carriles para cada sentido, pretenden evitar a los conductores el arco norte de la vía de circunvalación M-30 para ir de este a oeste de la ciudad. Los afectados por los cortes nocturnos han vuelto a tomar la avenida de la Ilustración para llegar a la avenida de Monforte de Lemos.

El recorrido subterráneo debería absorber los 24.000 vehículos diarios que, según el Ayuntamiento, harán que disminuya en un 60% el tráfico que antes ocupaba la intersección entre las avenidas de Pío XII y Burgos.

Al acto de inauguración acudieron, junto al alcalde, la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, y Juan Miguel Villar-Mir, presidente de la constructora OHL, encargada del túnel. El jefe de obra de los túneles, Francisco Rodríguez Bernardo, afirmó aquel día que las obras del subterráneo gemelo iban "a buen ritmo" y que éste también se estrenaría con antelación: "Seguro".