Centenares de personas participan en una cacerolada contra los ataques al Líbano

La plataforma Aturem la Guerra reunió ayer entre 500 y 800 personas en la plaza de Sant Jaume en protesta contra los ataques de Israel al Líbano. Igual que los dos últimos jueves, la gente se concentró a las ocho de la tarde e inició de forma espontánea una ruidosa cacerolada entre banderas libanesas y palestinas, y decenas de pancartas que pedían el alto al fuego "inmediato e incondicional".

Los representantes de la plataforma leyeron y repartieron una carta dirigida al presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la que les piden, entre otras cosas, la congelación de "los acuerdos comerciales que España mantiene con Israel". Después de esta lectura, Wdada Srour, una libanesa residente en Barcelona, lamentó, en un emotivo discurso y acompañada de su hijo, "la pasividad de los estados y la inoperancia de los gobiernos de todo el mundo ante los ataques a un país inocente que se muere". Después de su intervención, los asistentes guardaron un minuto de silencio en solidaridad con las víctimas de los bombardeos en el Líbano.

La plataforma, que calificó los ataques de "claros crímenes de guerra", pidió a los asistentes que sigan participando en las caceroladas previstas cada jueves a las ocho de la tarde.