Jornada negra en el tajo

Marius Costel Lenhard y Mihail Lenhard, hermanos de nacionalidad rumana y vecinos de Alcalá de Henares, perdieron ayer la vida mientras trabajaban en la obra de ampliación del centro comercial Getafe3. Tenían 30 y 35 años, respectivamente, y murieron electrocutados, informó Emergencias 112. No tenían familia en España y estaban en situación irregular. El empresario responsable de su contratación fue detenido ayer por la policía.

Sobre las seis de la tarde, Marius y Mihail trabajaban en la pavimentación de uno de los locales de la ampliación del centro comercial. "Acababan de echar el hormigón y el suelo estaba húmedo", comentó un compañero suyo. Uno de los hermanos trató de apartar los cables de un foco para que una carretilla pudiera pasar sin tocarlos. Al coger una de las partes metálicas del foco sufrió una fuerte descarga eléctrica. "El suelo estaba mojado, por eso le pasó", explicó otro de sus compañeros. Su hermano corrió a socorrerlo y cuando lo agarró, sin valerse de ningún objeto de madera, sufrió también la descarga.

Varios compañeros intentaron reanimarlos sin éxito. "Cuando llegó la ambulancia ya estaban casi sin pulso y negros", comentó Diego, uno de los trabajadores de la obra. "No hay derecho, igual que hay gente controlando que nadie aparque aquí, tendría que haber una pequeña enfermería. De esto no te protege el casco. Siempre es lo mismo", se lamentó el mismo trabajador.

Ingresados como donantes

Sin poder hacer ya nada por sus vidas, Mihail y Marius fueron trasladados, respectivamente, al hospital Doce de Octubre y al Clínico en parada cardiorrespiratoria como posibles donantes. Los médicos esperaban que pudieran donar su hígado y sus riñones. La familia, sin embargo, que recibió la noticia desde Rumania, se negó. Sus cadáveres serán repatriados. Mientras, el Grupo Judicial de la Policía Nacional de Getafe se encarga de la investigación sobre la contratación irregular de ambos trabajadores.

Estos hermanos no fueron los únicos que murieron ayer en el tajo. Fernando Quesada, un obrero español de 30 años, perdió la vida en las obras de la M-30 cuando limpiaba junto a otro compañero la tuneladora Tizona en la zona de construcción del by pass sur, según denunciaron UGT y CC OO. El accidente se produjo a las diez de la mañana a la altura del paseo de la Chopera (Arganzuela), donde la máquina Tizona está perforando un túnel que terminará en la carretera de Valencia (A-3). Con este suceso y el de Getafe, ya son 99 los obreros muertos en accidente laboral en la región este año.

Quesada estaba limpiando con otro obrero la chapa que une las vagonetas que sacan al exterior los escombros que va extrayendo la tuneladora. Estas placas se ensucian con el barro y los obreros tienen que limpiarlas. El otro trabajador, de 45 años, estaba apoyado de pie en la chapa de acero cuando cedió. "La víctima intentó ayudar a su compañero, darle la mano, pero perdió el equilibrio. Los dos cayeron desde al menos una altura de seis metros [el tercer nivel de la tuneladora] y la chapa se le cayó encima a Quesada", denunció Víctor García, responsable de salud laboral de Fecoma-CC OO.

Además del impacto, el suelo donde cayeron los dos hombres estaba lleno de hierros. El otro obrero está hospitalizado con pronóstico grave en el hospital Doce de Octubre. La víctima estaba subcontratada para la empresa Montiel, que a su vez realiza los trabajos de la M-30 para la unión de empresas temporal entre Dragados y FCC.

Los sindicatos denunciaron que la chapa que provocó la doble caída estaba floja, mal anclada. "Las placas tienen que estar soldadas y en este caso no estaba sujeta, sino simplemente apoyada entre dos extremos", denunció Domingo Martínez, secretario de Salud Laboral de UGT. Los sindicatos UGT y CC OO, además de PSOE e IU pidieron una investigación sobre lo ocurrido en el accidente de ayer.