Tres nuevas platas y un pleno

Anna Tarrés y sus chicas abandonaron ayer el Europeo de Natación que estos días se disputa en Budapest bañadas en plata. Al segundo lugar en el podio que Gemma Mengual había logrado la víspera, las nadadoras de la sincronizada sumaron otras tres medallas de plata en las modalidades de combo, dúo y equipos. Fue una jornada agotadora y redonda para las chicas dirigidas por Tarrés: desde que iniciaron la competición, a las diez de la mañana, cada tres horas, se subieron al segundo escalón del podio para colgarse una nueva medalla.

Mengual, con cuatro, fue, una vez más, la nadadora más laureada del campeonato. Y Paola Tirados, protagonista del dúo con la catalana, la que sufrió más desgaste: hasta tres veces se sumergió ayer en la piscina del complejo Isla Margarita, a orillas del Danubio. Su esfuerzo, como el de sus compañeras, tuvo la recompensa deseada, si bien, en el combo, el combinado español retrocedió un paso respecto al pasado Europeo de Madrid. Entonces, sin la competencia de las rusas, alcanzaron el oro. Ayer, Rusia impuso su supremacía incontestable: se ha quedado con los cuatros oros que se dirimían en el campeonato. Lideradas por Natalia Ishchenko y por las Anastasias (Ermakova y Dabydova), las nadadoras rusas sólo han encontrado la competencia de las españolas, a un suspiro en las puntuaciones. Pocas veces las discípulas de Anna Tarrés se habían colocado tan cerca de las auténticas dominadoras de la disciplina. En dúo, Mengual y Tirados obtuvieron 97.500 puntos, frente a los 98.800 de Ermakova y Dabydova. Las terceras clasificadas, las griegas Eleftheria Ftouli y Evantia Makrigyanni, se quedaron a un abismo: sumaron 94.000 puntos.

La tónica se repitió en la competición por equipos y en el combo. Con un ejercicio cargado de originalidad, basado en el musical Cats, y aplaudido a rabiar por el público, las españolas obtuvieron 95.900 puntos. Las rusas, fieles a su estilo clásico, se fueron hasta los 97.900. Italia, con 93.500 puntos, conquistó el bronce. En equipos, la exhibición rusa recibió 98.800 puntos; el homenaje a Dalí de las españolas, 97.300; e Italia, con 93.600, ocupó de nuevo el tercer puesto.

Con su dictamen, las jueces evidencieron que, en su criterio, la perfección técnica de las rusas sigue pesando más que la originalidad y los nuevos aires que las españolas pretenden imprimir a la sincronizada. Pese a todo, se abrieron nuevas puertas: Grecia, un país que nunca había pisado el podio, se hizo con dos bronces -también lo había logrado en solo la víspera- y las nadadoras de Tarrés recibieron puntuaciones más altas que en otras ocasiones. Esta circunstancia satisfizo a la seleccionadora, que dijo sentirse incluso más satisfecha que en el pasado Europeo.