El editor Ernest Folch, propuesto para director de Grup 62

El acuerdo para la venta de Grup 62 está cerrado y sólo queda pendiente la firma definitiva, que se realizará en los próximos días, según afirman fuentes del sector editorial. Como ya avanzó este diario, La Caixa, principal accionista de Grup 62 con el 89% de las acciones, se repartirá la propiedad de éste con la editorial Planeta y el Grup Enciclopèdia Catalana. En el preacuerdo se habló de que cada uno de los tres socios tuviera el 30% de las acciones (el 10% restante quedaría, como hasta ahora, en manos de pequeños accionistas). En cualquier caso, las mismas fuentes aseguran que esos porcentajes podrían variar, pero no de forma significativa. Además, dan por seguro que Planeta no aceptará menos de ese 30%, porque aspiraba a más.

Las negociaciones se han llevado con la máxima discreción. Tanto, que la editorial RBA mantenía vivas sus esperanzas de formar parte de la operación. En muchas ocasiones RBA ha manifestado públicamente su interés por Grup 62 dentro de su política de expansión en el mercado editorial en catalán, aunque su oferta ha sido desestimada de nuevo, según fuentes del sector.

La Caixa, Planeta y Enciclopèdia Catalana han acordado también, según las mismas fuentes, ofrecer la dirección de Grup 62 a Ernest Folch, actual director editorial del grupo y presidente desde el año pasado de la Setmana del Llibre en Català.

Fin de las pérdidas

Grup 62 salió el año pasado de los números rojos que lastraban su gestión. Así, el mayor grupo editorial catalán logró en el ejercicio anterior un beneficio neto de 1,2 millones de euros, tras tres años consecutivos de pérdidas. La mejora del negocio fue impulsada por el éxito de sus obras ilustradas y por la buena marcha de la empresa de distribución del grupo. Este año, Grup 62 prevé un incremento del 5% y un beneficio de dos millones de euros.

Concretada la operación, el resultado sería fortalecer al mayor grupo editorial en catalán, por lo que sus críticos hablan ya de una suerte de monopolio. La situación de Grup 62, que sufrió una grave crisis a finales de 1999 con la dimisión de Oriol Castanys y Oriol Bohigas, comenzó a mejorar en 2002 con el nombramiento de Rosa Cullell como consejera delegada, cargo que dejaría después para dirigir el Liceo. Cullell empezó entonces un plan de saneamiento que se está desarrollando con éxito. Fue ella quien nombró director editorial a Ernest Folch, quien había abandonado Grup 62 con Oriol Castanys, este último en la actualidad consejero delegado de RBA Libros.

La oferta a Ernest Folch no es casual. Con su nombramiento se aseguraría la continuidad de la línea editorial de Grup 62 y el mantenimiento de una personalidad propia bien definida. Además, la dirección de Folch tranquilizaría a los autores y a los trabajadores de Grup 62, que engloba las editoriales Edicions 62, Selecta, Empúries y El Aleph, entre otros sellos y empresas del sector.