"Merckx fue mi inspiración"
Landis tuvo que transformarse para ganar el Tour. Quería ser Indurain, controlar la carrera con el mínimo esfuerzo, y le tocó ser Eddy Merckx, el caníbal, y atacar a sus rivales desde lejos. Así explica el estadounidense las claves de su triunfo.
- El primer amarillo. Landis acabó segundo la etapa reina de los Pirineos, entre Tarbes y Pla de Beret, tras Menchov. "No tenía intención de ponerme líder, pero Kloden atacó y no podía permitir que se fuera. Aproveché mi oportunidad. Hubiera preferido no llevar el maillot hasta París".
- Pereiro, un nuevo rival. El Phonak permitió una escapada de media hora del gallego en Montélimar para ceder el peso de la carrera. "Mi equipo no tenía la solidez para controlar las escapadas y defender el maillot. No era infravalorar a Pereiro, sino que la situación nos venía bien y creíamos que recuperaríamos el primer puesto sin problemas. Asumimos el riesgo. Pereiro se ha defendido con mucho valor".
- Hundido en La Toussuire. "Fue la humillación más grande de mi vida", asegura sobre la pájara que le llevó a perder 10 minutos en La Toussuire por no alimentarse bien. "Después estaba muy deprimido. No dejaba de pedir perdón a mis compañeros, estaba destrozado, era una catástrofe que no me esperaba y que no podía explicar. La depresión me duró poco. Merckx habló conmigo y me dijo que creía en mí. Al día siguiente ya estaba bien. Se trataba de comer y descansar. No fue un milagro, simplemente volví a ser el de siempre".
- La exhibición del Joux Plane. Una escapada de más de 100 kilómetros le devolvió a la lucha. "No quería ganar la etapa, sino ganar el Tour. Nuestra táctica había sido muy conservadora, el equipo no quería gastar energías porque no era el más fuerte. Después nos vimos obligados a cambiar la manera de correr, tenía que atacar. Merckx fue mi inspiración, me dio la fuerza para ganar como lo hacía él. El plan era atacar lo más pronto posible. Fue un ataque inesperado y por detrás no hubo organización. Cuando vi que las diferencias no bajaban, lo di todo".
- Contrarreloj final. "Si no pasaba nada raro, ninguna avería, sabía que el Tour era mío. Soy mejor que Pereiro y Sastre, y estaba muy fuerte".
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