Una vida contra la fatalidad

Para Andrés Bilbao Sentís (Tarragona, 1949-Madrid, 2002), pionero de la Sociología Económica en España y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, "la zona más vidriosa de la realidad es el fatalismo que, en las sociedades industriales capitalistas, acompaña siempre al accidente de trabajo". Bilbao dedicó su vida a estudiar primero y a luchar, después, contra la supuesta lógica que acaba por justificar la muerte en los tajos a través de circuitos de obviedades que la gente identifica con puro sentido común y que él demostró que no eran más que mera superchería."El accidente laboral revela la carga metafísica oculta que caracteriza los sistemas de creencias de los que el capitalismo se dota, decía. La sociedad acaba por aceptar la muerte en los tajos de un trabajador -de miles de trabajadores- porque la lógica de la eficacia económica capitalista ha sido sacralizada hasta creerla inmutable, teológica, como si formara parte de la naturaleza de las cosas" decía Bilbao. Y preguntaba a sus alumnos: "¿Para qué le sirve al trabajador muerto el dolor de su patrón, de sus compañeros o de la sociedad?" Y respondía: "Ese dolor se convierte en un intento del que no ha muerto por probar su bondad y eso es algo inútil para el que ha muerto y para detener más muertes: es la coartada para seguir considerando inevitable la muerte laboral".

Para Bilbao, mientras no se reevalúe la vida humana frente a la falsa lógica de cualquier sistema de producción, la muerte en los tajos nos recordará que ante la disyuntiva entre el latido real de la vida y el capital abstracto y metafísico, ya hemos optado por la inhumanidad de éste, frente a la humanidad frágil e irrepetible de la existencia.