Herida una mujer al caer por una ventana tras una bronca familiar
Una calurosa noche de discusión y borrachera en un primer piso de Puente de Vallecas terminó ayer al amanecer con una mujer ecuatoriana arrojada por la ventana, con su marido herido por un contundente botellazo en la cabeza y con un ciudadano argelino detenido supuestamente por agredir a ambos. Fuentes policiales apuntaron como posible causa del suceso a que los tres forman un triángulo amoroso.
María Soledad Muquis Rojas, de 29 años, está hospitalizada en la UCI del hospital Doce de Octubre con pronóstico grave. Nadie había ido a visitarla ayer por la tarde. Su marido, Jaime Vinicio Velasco Paredes, de 23 años, está ingresado en el hospital Gregorio Marañón con un fuerte golpe en la cabeza y muchos cortes por todo el cuerpo, según un portavoz de Emergencias Madrid.
El detenido, A. H., de 39 años, es un argelino que confesó a la policía que era "el amante" de la mujer. "El detenido agredió al otro hombre con una botella, pero no sabemos si tiró a la mujer por la ventana o si ésta se precipitó", señalaron fuentes policiales. Ella cayó desde dos metros de altura.
Cuando llegaron los servicios de emergencia, la mujer y los dos hombres estaban completamente beodos. "El argelino estaba dentro del coche de policía y daba gritos en su idioma; estaba borracho", explicó Santiago González, uno de los vecinos.
"Peleas normales en casa"
Los tres vivían en el mismo piso del número 42 de la calle del Monte Perdido, según varios vecinos, y junto a dos niños de cuatro años y tres meses presentes en el momento de la pelea y que resultaron ilesos. Los críos, al igual que toda la escalera, quedaron salpicados por la sangre. "El niño mayor no hacía más que llorar y decía que las peleas eran normales en casa", explicaron los residentes. Los pequeños fueron trasladados a los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid.
Entre los residentes se dispararon los rumores. "Es que el hijo mayor era del marido ecuatoriano, y el pequeño, del marroquí", afirmó una vecina toda segura, confundiendo la nacionalidad del detenido. El vecino que vive "puerta con puerta" con los implicados señaló que oyó a las dos de la mañana cómo volvían los tres de marcha. "Ya venían puestos hasta arriba de litronas", se quejó. Luego, el trío puso música a todo volumen y al poco rato empezaron los gritos y el lanzamiento de botellas.
El inmueble donde ocurrió el suceso tiene una sola altura y es humilde. Dentro hay un patio interior en forma de pequeña corrala. En la puerta del piso donde ocurrió la bronca se apelotonaban ayer varios carritos de bebé, unas zapatillas viejas y el casco de una moto. "El marido es mensajero", concluyó una vecina. La policía precintó el lugar.
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