Sesiones de cine interrumpidas y recitales sin concluir
A las diez y cinco de la noche, justo cuando Lex Luthor inundaba el océano de criptonita y causaba el enésimo apagón en la ciudad de Metrópoli. Justo cuando la película estaba en su punto más emocionante, se fundió la pantalla. Al principio hubo carcajadas. "La culpa ha sido de la criptonita". Después empezó el nerviosismo. El público del pase de las ocho de la noche de la película Superman en los cines Acteón se había quedado sin ver el final. "No nos han querido devolver el dinero, sólo nos han sellado la entrada para que vengamos otro día", decía un chico, enfadado. El resto del público de las otras salas del multicine se quedó también con las ganas de ver el final de la película.
También a las diez, Alejo Baena, que navegaba en su casa por Internet se quedó a oscuras. "Como no sabía qué hacer, me he metido en la ducha y me he quedado ahí un buen rato", explicaba este vecino. Según Alejo, la música que entonces sonaba en los jardines Sabatini, también quedó interrumpida.
En la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la calle de Leganitos (Centro) estuvieron una hora y media sin luz. Los calabozos estaban llenos. "No hemos podido tomar declaración en ninguna de las denuncias que nos han presentado", decía un agente en la puerta. Un poco más allá, en la calle del Río, los clientes del hotel Tormes se agolpaban en la cera de enfrente sin entender qué pasaba.
Muchas de las actuaciones que ayer por la noche se estaban llevando a cabo en la ciudad quedaron suspendidas, como el concierto de Estrella Morente, en el Conde Duque.
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