La mina que mató al soldado español en Afganistán fue colocada minutos antes y estalló por la presión del blindado
El atentado del pasado sábado contra el contingente español en la región de Farah (oeste de Afganistán) en el que falleció el soldado español Jorge Arnaldo Hernández y resultaron heridos otros cuatro militares fue causado por una mina anticarro instalada minutos antes del paso del convoy que se activó al pisarla el blindado que iba en primer lugar, según el informe definitivo sobre el ataque revelado ayer por fuentes militares. También señala que pudo tratarse de una agresión coordinada: uno o varios individuos informaron del momento en el que el convoy dejaba la ciudad de Bakua y otro u otros colocaron la mina.
La conclusión de la investigación contrasta con la hipótesis incial aportada el pasado domingo por el ministro de Defensa, José Antonio Alonso. El ministro afirmó que la mina anticarro había sido activada a distancia por los talibanes.
La investigación subraya que el resultado de la explosión podría haber tenido peores consecuencias si el vehículo blindado Vamtac lo hubiera pisado con una rueda delantera en vez de con la rueda trasera derecha como así lo hizo. El informe, según fuentes militares, hace un pormenorizado relato sobre la patrulla que realizaba el convoy y elabora unas conclusiones sobre las posibles causas del ataque o atentado, términos que utiliza indistintamente.
Comienza señalando que a las cuatro de la tarde (12.30 hora española), llegó a Bakua un convoy formado por nueve Vamtac, en los que viajaban 33 militares españoles. Allí se pararon en el centro médico para entregar unas medicinas y entrevistarse con el gobernador de la provincia y el jefe de policía. Una vez finalizada su misión en Bakua, el convoy emprendió el camino de regreso por la misma ruta que había realizado al llegar y, sobre las 6.30, se produjo una fuerte detonación. En ese momento, se desplegó el convoy para mantener la seguridad y se comenzó a atender a los heridos.
El primero en ser atendido fue Jorge Arnaldo Hernández, que como consecuencia de la explosión sufrió fractura abierta en la pierna y posteriormente entró en parada cardiorrespiratoria. A las 8, según especifica el informe, llegaron los dos helicópteros desde la base española de Herat y en uno de ellos se recogió y evacuó a dos de los heridos leves y al grave, y en el otro se evacuó a los otros dos militares heridos leves. Cuando los helicópteros trasladaban a estos heridos hacia Herat, a mitad de camino a 60 kilómetros del incidente, observaron en la oscuridad unos destellos, a una distancia de seis kilómetros, que parecían ser ráfagas de disparos de armas ligeras.
Los pilotos de las aeronaves no consideraron esta una situación de riesgo, no realizaron ninguna maniobra de evasión y mantuvieron el rumbo a Herat, donde llegaron y aterrizaron con la misión cumplida sin problemas, según fuentes militares.
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